Sigue el éxodo de médicos del Hospital de Niños de La Matanza
Más de 30 médicos dejaron sus puestos por los bajos salarios en este centro de salud, que ya presentaba carencia de profesionales. La salida de médicos ocurre en una época del año con alta demanda por los casos de bronquiolitis.
La fachada del Hospital de Niños de La Matanza.
El Hospital de Niños Ramón Exeni, el único centro pediátrico de esa zona del oeste del conurbano bonaerense, ubicado en San Justo, partido de La Matanza, está al borde de colapso por la falta de médicos, situación que en los últimos días se agudizó ante la masiva renuncia de profesionales por la precariedad laboral y los bajos salarios.
De acuerdo con los datos suministrados por integrantes de la Comisión Directiva Provincial de Cicop, la entidad que los nuclea, fueron 32 los profesionales que formalizaron su decisión de no continuar prestando servicios en ese centro de salud, que atiende particularmente a una población vulnerable, no sólo de La Matanza sino también de distritos cercanos, como Merlo o Ezeiza.
Esa situación llevó a que la guardia sólo pueda funcionar con regularidad un día a la semana, ya que el resto de los médicos deben atender los turnos programados, en algunos casos con meses de antelación.
Si bien los problemas se arrastran desde hace meses, con la llegada de los primeros fríos y la aparición de un brote masivo de bronquiolitis el cuadro se profundizó.
La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda, que se produce con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno, y que afecta en mayor medida a los niños menores de un año.
Si bien una afección de este tipo repercute en todas las clases sociales, los chicos que habitan en lugares húmedos o fríos suelen ser los que presentan casos más graves, y se calcula que el 60 por ciento de los residentes en La Matanza conviven con esas situaciones en sus hogares.
Todavía no hubo ninguna respuesta concreta por parte del municipio que encabeza Fernando Espinoza, a quien apuntan la mayoría de los cuestionamientos, tanto por parte de los trabajadores como de los gremios que protestan.
Reiteradamente hacen referencia a los más de 35.000 millones de pesos que su gestión ha depositado en el Banco Provincia en plazos fijos, con los cuales podría resolver con creces el éxodo médico.
La diputada provincial Laura Cano (Frente de Izquierda), quien además es integrante de la Cicop, presentó en la legislatura bonaerense un pedido de informes para que el parlamento provincial tome cartas en el asunto e interceda ante la municipalidad.
Las condiciones anómalas en que funciona el Hospital de Niños de San Justo han repercutido negativamente en otras salas y centros sanitarios de La Matanza, particularmente en el Paroissien, donde las familias acampan y hacen colas de hasta 12 horas para que sus hijos sean atendidos.
En Laferrere funciona otro hospital infantil, el Teresa Germani, que ya en octubre del año pasado presentaba problemas similares por la falta de médicos, y en el que los padres se quejaban porque sólo se daban diez turnos por día en una ciudad en la que viven más de 250.000 personas.
El conflicto gremial en San Justo tiene sus orígenes en los salarios magros que el municipio le paga a los médicos, que deben hacer largos turnos sin descanso para poder conformar un salario apenas por encima de la línea de la indigencia.
Sandra Berta, una de las médicas que encabeza el reclamo explicó que “la gente de mantenimiento cobra 40.000 pesos por mes y hay profesionales que cobran 60.000 y trabajan 14 horas por día".
El plantel de profesionales ideal para una guardia tan concurrida debería ser de siete pediatras, pero sin embargo en la mayoría de los días apenas hay dos, que cuando se produce una emergencia sólo pueden abocarse a ella.
Otra de las falencias en la atención es la falta de un profesional especializado en salud mental, ya que el de La Matanza, junto al Hospital Sor María Ludovica de La Plata -por estas horas también con problemas similares- son los dos designados a priori para la atención de esa especialidad en el área infanto-juvenil.