Eugenia Orellana y Analía Reina hablaron en el día de hoy con el ciclo "A la Barbarossa" para contar cómo fue que atravesaron los 79 días que Silvina Luna estuvo internada en el Hospital Italiano, hasta el 31 de agosto donde finalmente falleció. 

Profundamente angustiadas ambas amigas revelaron qué cosas pidió Silvina y cuáles fueron las charlas que mantuvieron mientras estuvo consciente: "Nos habló mucho de no dejar solo a su hermano”, expresó Eugenia quién se quebró al hablar del dolor físico que padeció su amiga durante sus últimas semanas “Tengo entendido que ella no aguantaba más el dolor”, preguntó Analía Franchín. 

“Sí, así es. Perdón, pero era muy fuerte verla así”, expresó quebrada en llanto y agregó: “El último tiempo no aguantaba más y de a poco se empezó a rendir, a entregarse a la situación”, afirmó. 

“Fue una luchadora hasta el último momento. Lo dio todo. Ella nos miraba y nos decía ‘la tengo difícil’. Pero seguía pidiendo por favor que la ayudemos a hacer ejercicios para poder levantarse”

“Ella lo dio todo, pero el último tiempo, con lo poco que podía hablar, nos decía que no aguantaba más, que era horrible y se preguntaba mucho por qué estaba pasando esto”, aseveró Eugenia. Por su parte, Pía Shaw preguntó “¿Qué cosas pudo disfrutar este último tiempo?”.

“En este último tiempo, en la internación, no podía moverse, prácticamente. Solo podíamos ponerle películas, le gustaba mucho que le pongamos a Luis Miguel de fondo. La hacía sentir bien. Le poníamos meditaciones”, respondió su amiga. Y agregó: “Con Eze miraba mucho películas, tenían esos momentos a solas, de hermanos”.

“¿Ella sabía que se iba a morir?”, quiso saber Franchín a lo que Eugenia contestó: “Sentimos que, en algún punto, nos iba preparando de a poco. Es triste porque sabemos de las ganas que tenía Sil de vivir, dio todo y puso todas sus fuerzas para salir adelante. Estuvimos en el día a día con ella y con Eze. Era muy doloroso verla sufrir”, remarcó. 

Desde el ciclo de Telefe también buscaron el testimonio de Analía Reina, otra de las amigas íntimas del circulo cerrado que tenía Silvina quien sumó su relato al de Eugenia y expresó: “Las últimas horas fueron terribles. Ver su agonía, su sufrimiento, su dolor. En los momentos que tenía de lucidez, verse en un cuerpo que no le funcionaba… Era la desesperación de no poder avanzar, para poder salir de ahí, fue tremendo. No se lo deseo a nadie”, aseguró. 

“Fue una luchadora hasta el último momento. Lo dio todo. Ella nos miraba y nos decía ‘la tengo difícil’. Pero seguía pidiendo por favor que la ayudemos a hacer ejercicios para poder levantarse”, reveló.

Y en esa línea reveló: “Su objetivo era salir de ahí, quería vivir, hasta los últimos días que se dio cuenta de que no podía más y lloraba. Pensaba en todo y me llegó a decir que quería trascender, que no aguantaba más estar en ese cuerpo enfermo. Acompañarla en eso fue un dolor inmenso”.

Sobre la relación con su hermano Ezequiel comentó: “El amor con el que la trató Ezequiel todo el tiempo, con el cariño que la manejaba, que la acomodaba, que le daba de comer, las palabras de aliento, la fuerza que le ponía, es admirable”, destacó. “Ella lo amaba y todo el tiempo pedía estar con él", explicó. 

Para cerrar Pía Shaw le preguntó: “¿Cómo fue el estar, el minuto a minuto, hasta tomar la decisión de decir ‘hasta acá llegamos, hay que dejarla partir’?”. Y ella respondió: “Fue duro, fue una decisión que tomó su hermano, que fue su ángel”.

Sobre el final, Eugenia narró: "Su despedida fue hermosa dentro de todo el dolor que sentimos porque estuvo rodeada de todos sus amigos, y de su hermano. Todos tocándola, dándole amor, poniéndole mantras, agarrándonos de las manos y diciéndole `que estaba todo bien`, de a poquito le fueron quitando las asistencias y así se fue apagando", concluyó.