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Hernán Cattáneo: "Es Importantísimo democratizar la música electrónica y mostrar el lado B de un DJ"

“Beplaying: la voz detrás del sonido” es la nueva serie documental que muestra cómo llegaron a convertirse en los mejores, seis de los DJs más importantes del mundo, entre ellos y que nos representa a los argentinos: Hernán Cattáneo. En esta entrevista, habla sobre cómo es transitar este camino despojado de los prejuicios, qué le queda pendiente en su carrera, su vínculo con Gustavo Cerati y cuándo llega su retiro de los escenarios y más.

Hernán Cattáneo: "Es Importantísimo democratizar la música electrónica y mostrar el lado B de un DJ"
Foto: gentileza prensa

Star+ anunció el estreno de “Beplaying: la voz detrás del sonido”, la nueva serie documental que muestra los aspectos menos conocidos de la vida de 6 de los DJs más destacados del mundo.

La vida de un DJ en el escenario es internacionalmente famosa, pero ¿qué sucede cuando no están frente a miles de personas que bailan con su música? La serie se adentra en la intimidad de célebres DJs como Hernán Cattáneo, el neerlandés Armin Van Buuren, el británico Carl Cox, las australianas Nervo, el neerlandés Afrojack y el británico-canadiense Richie Hawtin, para revelar qué los inspira, cómo son sus procesos creativos y cómo es el día a día de sus vidas más allá de los escenarios.

Cada episodio de la serie se dedica a explorar la trayectoria y el día a día de un DJ diferente, es con esta excusa que pudimos conversar con Hernán Cattáneo, lo cual siempre es un placer, porque si hablamos de artistas apasionados y que aman lo que hacen, él es uno.


¿Cuál es la esencia que la hace única a la música electrónica?

Qué pregunta más difícil. Vamos a poner en contexto. Hablemos de música electrónica de baile porque hay música electrónica que sirve para meditar por ejemplo. El epicentro de lo que es la música bailable se llama “groove”, es como si fuese la base de la música, lo que te hace mover. Una buena definición es eso, que te hace mover y te hace sentir.


Desde tocar en Punta del Este, Ciudad Universitaria, la montaña, el Colón o Ibiza, los públicos, son distintos ya sea en la vibra, percepción ¿Cómo te adaptás a eso?

Te diría que hay un 50% de público que es entendido. Históricamente, los DJ’s y la música electrónica siempre fuimos un nicho, algo muy específico con sus fans que les encantaba, pero el resto del mundo no sabía que existíamos.

Así fue te diría hasta hace diez años en todo el mundo. Entonces, donde sea que fuéramos los DJs teníamos ese público que entendía de música electrónica y que te iba a ver. Esto ahora tiene que ver un poco con que Disney esté haciendo una serie sobre DJs, donde antes la electrónica era algo under y ahora estamos en esta plataforma mundial. En los últimos 10 años la música electrónica se popularizó y cayeron las barreras entre los diferentes géneros. Cuando yo era chico eras de uno o del otro palo. Yo hoy tengo tres hijas adolescentes y escuchan de todo, entonces creo que el mundo electrónico salió del nicho. Por ejemplo: vas a Ibiza y tenés un 50% de público que es el que entendía por así decirlo y después un montón de gente que te vio en un documental o escuchó y dice “vamos a ver qué tal” y eso hizo que se empezara a poblar la música electrónica de otro tipo de público. Dicho esto, cualquiera que vaya a Argentina y vea el público que es, es el mejor, y no porque yo lo diga sino porque lo dicen todos.

¿Te acostumbrás al encuentro con el público o suele ser diferente esa conexión según el lugar?

La mayoría de los DJs crecimos en la Argentina cuando la música electrónica no era popular, todos tenemos el ejercicio de hacer bailar a la gente que no es fan de la electrónica, nos formamos con eso, porque en los primeros años a nadie le gustaba. Yo soy un DJ en término de cabeza dura que me gusta que la gente la pase bien y se divierta con la música que me gusta a mí, no me corro mucho de mi centro. Hay otros que se han corrido y gracias a ellos justamente la electrónica creció un montón. Yo no podría hacer remixes de música ultrapop para captar más gente, pero otros lo hicieron y captaron muchísimos fans. 

Por un lado está la música y por otro los mecanismos que uno tiene para ir llevando su estilo. Entonces, una serie que es totalmente mainstream nos ayuda un montón a los DJs del under a que nos vean en otros lados. Antes hice un documental cuando tocamos en el Teatro Colón que fue muy específico de DJs y de la música, pero cuando Tommy Muñoz (productor de la serie de Star+) me habló que tenía esta idea de mostrar el otro lado de los DJs y me pareció que estaba bueno.

Tengo clarísimo que en Argentina la música electrónica no siempre tuvo una buena imagen, entonces está bueno que venga alguien como Disney y Starplus, que son empresas importantísimas con muchos medios y que llegan a todos lados. Se democratiza y te muestra como una persona normal. Es muy importante que eso se vea.

Además, en la serie tenemos algo en común: todos empezamos con una pasión increíble por la música y ninguno pensó que íbamos a llegar donde llegamos, remando cada uno en su país.

En la serie hablás de que querés transmitir esa piel de gallina que te generaba la música desde chico y por eso te pregunto: ¿Qué genera en vos Gustavo Cerati? La última vez que te vi empezaste y cerraste con él, ya es una suerte de clásico y entre tantos artistas elegirlo y creo que no es al azar...

Casi todos los argentinos amamos a Cerati y Soda Stereo, amamos la obra de ellos, pero hay un punto con Cerati más allá de que me guste su persona y forma de decir las cosas. Hay algo musical y es que a él le gustaba la música electrónica, entonces eso te inspira. A veces escucho algunas canciones de rock nacional que digo “uy, qué bueno que está esto” pero también pienso “a este ni le hubiese gustado que hiciera algo con su música” porque siento que es algo que tiene que fluir y se tiene que sentir que esté bien. El remix de “En la Ciudad de la Furia” y otros edits que hice, por lo general al público electrónico le encanta y el fan histórico de las bandas es un poco más extremista y te dice “nunca hay que tocar la obra de Gustavo” y está todo bien, lo entiendo. 

Por ejemplo también soy súper fan de Pink Floyd y la gente lo sabe, entonces montones de productores todo el tiempo me inundan con remixes de Pink Floyd y el 90% no me gusta y digo "para qué hiciste esto lo hubieras dejado como estaba", por eso entiendo esa posición. Sin embargo el que más me ha inspirado a hacer cosas es Gustavo porque sé que a él le gustaba la música electrónica, de hecho el único contacto que tuve con él una vez fue en base que estaba buscando un productor para un disco que yo conocía y ahí hablamos por teléfono un rato. En esa época vivía en Inglaterra y él había formado una banda electrónica con Javier Zucker, Pedro Moscusa y otros músicos y yo había trabajado con un productor de U2 y Gustavo tenía ganas de que él le produzca el disco, entonces me llamó por teléfono a Londres y hablamos un rato para ver si yo podía conectarlos. 

Para los DJs históricamente en Argentina siempre hubo hacia nosotros cierta reticencia de los rockeros, era un clásico, y ese día me acuerdo que lo que más me gustó de hablar con Gustavo fue que sentí que me hablaba con respeto, cariño y buena onda pero sobre todo mucho interés genuino. También, tengo la impresión de que si Federico Moura estuviera vivo, hubiésemos hecho algo porque Virus era la banda más electrónica que había en la Argentina de la bandas de rock, tenían un par de instrumentos y después estaban llenos de teclados que los usaban como lo hacía Depeche Mode, no en plan piano. 

Además tengo muy buena onda con Zeta Bossio que ahora también es DJ y con Charly Alberti también hemos tenido muchos momentos de encuentros y buena onda, por eso no queda raro hacer un approach electrónico con Soda Stereo.

Vos sos un referente del progressive que es eso mismo que cuentan en la serie, que despuntar y crear un climax más tranqui en el público no era común ¿Cómo te llevás o qué opinás del resto de los estilos de la electrónica si se quieren más duros u oscuros?

Para mí hay dos tipos de música: la que te gusta y la que no te gusta, nadie tiene el derecho de decir “esto bueno o esto es malo” porque siempre va a venir otro, ponele Beethoven y va a decir: “todo lo que ustedes hacen es una basura”. Los rockeros decían que lo nuestro no era música, entonces qué dirían los jazzeros de los rockeros. Esa discusión en cuanto a la calidad musical se dirime en: te gusta o no, la sentís o no la sentís. 

De la misma forma que desde chico consumí el rock más progresivo y no el más pesado, me gusta la electrónica melódica voladora. Hay un montón de gente no le gusta nada o que se aburre. Cattáneo es la plancha dicen también por ahí (risas), el que los duerme a todos. A mí jamás me importó eso, pero describía muy bien la percepción de la gente para lo que hacía. 

En los últimos años se puso muy de moda el techno muy muy rápido de la mano de un montón de chicas DJs que es súper exitoso, no es lo que me gusta a mí, no es lo que yo escucho en mi casa pero es súper valioso. También está edad: cuando uno es más joven quizás le va más lo energético y después vas creciendo y vas aflojando un poco. En fin, no solo en la música, hay que vivir y dejar vivir, hay miles de estilos y siempre uno encuentra el que le gusta. La música te hace sentir algo o no te hace sentir. La última frase del libro que escribí lo resume: “Lo mejor de la música es que no se termina nunca”. La música es la mejor compañera, te salva, te acompaña siempre, si estás up te levanta más, si estás deprimido te acompaña, te abraza y no se termina nunca, siempre vas a encontrar una canción que te va a venir bien.

¿En algún momento pensaste en retirarte o eso está lejos?

Nunca pensé que iba a estar donde estoy ahora pero desde que tengo 40 me empezaron a preguntar esto y siempre dije: calculá tres o cuatro años más y así hasta hoy. Para mí no era ni soñado tener casi 60 años y seguir dando vueltas por el mundo con la agenda llena y sobre todo los shows con soldout. No solo la carrera no se desacelera sino que sigue al palo, así que yo ya no pongo fechas, soy consciente de la edad que tengo y el ritmo y quizás lo único que me hace pensar a veces es: si se puede bajar el ritmo y mantener el nivel. No sé si podría tocar una vez por mes, yo toco ocho veces por mes y eso me mantiene en ritmo todo el tiempo y a mí me hace sentir que hago las cosas bien por eso.

Sí hay otras cosas que tengo ganas de hacer como por ejemplo un programa de radio de noche de esos que te invito y te traés los discos que escuchabas de chica y los compartimos juntos, esos programas que no le importan a mucha gente, pero quiero hacerlo por placer y para amantes de la música.

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