Mientras se aguarda un nuevo intercambio de rehenes por prisioneros entre Israel y Hamás, mediadores internacionales encabezaban este miércoles intensas negociaciones para extender el alto el fuego en la Franja de Gaza iniciado el viernes pasado.
La tregua finaliza hoy, pero tanto Hamás como Israel dicen estar dispuestos a prorrogarla. Desde su inicio, Hamás liberó 60 de los 240 rehenes que capturó en el ataque del 7 de octubre pasado e Israel dejó ir a 180 prisioneros palestinos. Hamas debería liberar hoy a otros 10 israelíes a cambio de otros 30 presos palestinos.
Se cree que el liderazgo de Hamas en Gaza se ha refugiado en el sur del enclave, junto a cientos de miles de desplazados palestinos que migraron allí desde el norte, donde se centra la ofensiva israelí, y están refugiados mayormente en instalaciones de la ONU. Una invasión del sur podría descubrir a los líderes de Hamas y destruir el resto de su infraestructura, incluidos kilómetros de túneles, pero a un costo en vidas y destrucción que Estados Unidos, el mayor aliado de Israel, parece no estar dispuesto a aceptar.
El Gobierno del presidente Joe Biden dijo a Israel que si reanuda la ofensiva, debe operar con mucha mayor precisión, especialmente en el sur, y evitar volver a provocar un gran desplazamiento de palestinos dentro de Gaza. Es poco probable que ese enfoque ponga de rodillas a Hamas en el corto plazo, y la presión internacional para un alto el fuego duradero ya va en aumento.
El director de la CIA, William Burns, y el de la agencia de espionaje israelí Mossad, David Barnea, estuvieron ayer en Qatar para discutir la extensión del alto el fuego y la liberación de más rehenes.
Qatar ha desempeñado un papel clave en la mediación con Hamas y fue anfitrión de las conversaciones, en las que también participaron mediadores de Egipto.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitará la región esta semana, y también se espera que impulse una tregua más larga. En una declaración conjunta, los ministros de Relaciones Exteriores del grupo G7 de los países ricos, que incluye aliados cercanos de Israel, pidieron hoy una “mayor extensión de la pausa” y “la protección de los civiles y el cumplimiento del derecho internacional”.
La escalada comenzó con los ataques de Hamas del 7 de octubre en el sur de Israel, en el que milicianos infiltrados desde Gaza mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron unas 240 personas, incluidos bebés, niños, mujeres y soldados. Otros 21 rehenes -19 tailandeses, un filipino y un ruso-israelí- han sido liberados en negociaciones separadas desde que comenzó la tregua. Antes de la tregua, Hamas liberó a cuatro rehenes y el Ejército israelí rescató a otro. Otros dos rehenes fueron encontrados muertos en Gaza.
Israel respondió con una ofensiva aérea en toda Gaza y una invasión terrestre del norte del territorio. Más de 14.800 palestinos han muerto en los bombardeos israelíes y por los combates, y más de 1,7 millones de los 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza tuvieron que abandonar sus hogares.