Mientras crece la expectativa por el primer discurso de Javier Milei ante la Asamblea Legislativa, la Casa Rosada introdujo un nuevo cambio en el esquema tradicional de esta ceremonia: personal técnico del Congreso instaló este miércoles un atril de madera en el recinto desde el cual el presidente se dirigirá a los legisladores.

Lejos del sillón de la presidencia desde el cual los mandatarios suelen dar su discurso, el presidente estará de pie desde un atril ubicado delante de la mesa de los taquígrafos, con las autoridades del cuerpo, Victoria Villarruel (Senado) y Martín Menem (Diputados), detrás. Una imagen similar a la que se ve durante el discurso del estado de la Unión que el presidente de los Estados Unidos pronuncia una vez por año.

No se descartaba hasta entrada esta semana que el presidente hable otra vez -como en su asunción- de espaldas al Congreso, desde las escalinatas del Palacio Legislativo que dan a la plaza del Congreso. Pero esta alternativa fue desechada.

Esta vez, a diferencia del 10 de diciembre pasado, la plaza estará copada por agrupaciones opositoras de izquierda y organizaciones sociales que protestarán contra el rumbo del Gobierno.

Sin embargo, Milei habría descartado romper con este punto de la tradición mucho antes: "Obvio que voy, hay una cuestión de protocolo".

Milei llega al Congreso en un escenario de máxima tensión

El contexto no podría ser más adverso. Milei se presentará ante la Asamblea Legislativa luego de calificar como "nido de ratas" al Congreso y en medio de un fuerte enfrentamiento con los gobernadores, que esta semana se abroquelaron detrás del mandatario de Chubut, Ignacio Torres, en su reclamo por el recorte de coparticipación.

Para mantener la expectativa, el presidente salió a aclarar que aún no había escrito una sola línea del discurso que pronunciará este viernes. Sin embargo, se espera que haga un repaso de la herencia recibida y refuerce su discurso contra "la casta política". Además de una "sorpresa" que se mantiene bajo llaves.