Fue impresionante como el recital de Airbag impactó en todas y cada una de las personas que se hicieron presentes en el Luna Park, tanto el jueves 29 de febrero como el 1ro de marzo, y de lo que se espera de acá en adelante para el 9, 10 y 22 del mes que apenas comienza.

Foto: CZ Comunicación y Live Dale Play

Desde muy temprano, en las afueras del histórico lugar en donde hace años se organizan miles de eventos y en plena avenida Corrientes, una inmensa cantidad de personas se hizo presente para palpitar el inicio de un show que sería realmente impactante. Remeras, banderas con representaciones variadas, gorros, reuniones y mucha expectativa era lo que podía ver y percibir.

Ya dentro del estadio, la ansiedad aumentó de forma considerable, la gente charlaba, tomaba algo, apostaba por los temas que se iban a tocar y los no y expresaban su deseo por escuchar uno u otro.

Fue así como, apenas se hicieron las 21 horas, las luces del Luna Park se apagaron, todos gritaron, las banderas empezaron a ondear, sonaron los primeros acordes de "Como un diamante" y todos empezaron a saltar, lo que marcaría el arranque de un nuevo recital.

Foto: CZ Comunicación y Live Dale Play

Alegría, emoción y exaltación fueron algunos de los estados emocionales que se vivieron a lo largo de las horas que duró el show y que se dieron gracias a Patricio Sardelli, Guido Armido y Gastón Sardelli que, con su energía arrolladora y conexión con el público, transformaron cada canción en un momento único, tejiendo así una noche inolvidable.

Esto, como era de esperar, estuvo acompañado de la interpretación de icónicas canciones como "Solo aquí", "Noches de insomnio", "Mi sensación", "Cae el sol" y "Por mil noches".

También se pudo disfrutar de otras como "Cicatrices", "Culpables", "Kalashnikov", “Perdido”, “Mamba Negra”, “Pensamientos” y más. Obviamente, la que, por suerte, no se quedó afuera de la lista fue “Nunca lo olvides”, el más reciente lanzamiento de Airbag.

Foto: CZ Comunicación y Live Dale Play

Y, para terminar, sin ánimos de ser autorreferencial, pero con los sentimientos a flor de piel, se debe destacar que es inevitable sentirse interpelado por una banda que acompaña desde la infancia y que ha podido ver en vivo por primera vez, lleva a recuerdos de cuando uno iba hacia el colegio en el auto, junto a su papá, y ya sentía lo que, bastantes años después, pudo volver a sentir en un lugar tan icónico como lo es el Luna Park.