En las primeras horas del domingo, efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizaron un desalojo sorpresivo frente al edificio donde reside Cristina Fernández de Kirchner, en el barrio de Constitución.
El operativo comenzó alrededor de las 2 am y, según voceros oficiales, hubo corridas entre los militantes y la policia. Se retiraron carpas, banderas y estructuras instaladas sobre la vía pública, con el objetivo de “liberar el espacio público”.

Apróximadamente a las 3 am, ya sin efectivos en la zona, se restableció la circulación vehicular. Fuentes de la fuerza resaltaron que el operativo fue “sorpresivo” para evitar incidentes y que “no se reprimió a nadie”. Las agrupaciones kirchneristas habían reforzado su presencia en la zona tras la confirmación de la condena de Cristina Kirchner a seis años de prisión por la causa Vialidad.
Durante las jornadas anteriores, se realizaron vigilias y acampes frente a Tribunales y en Constitución como muestra de apoyo. Este desalojo se inscribe en el contexto del pedido que la exmandataria presentó al Tribunal Oral Federal 2 para cumplir la condena en forma domiciliaria en ese mismo departamento. Su defensa argumenta razones de seguridad y requerimiento de custodia por su rol institucional y el atentado padecido en 2022.
El operativo muestra la tensión entre las expresiones de apoyo popular y las decisiones del Estado sobre el uso del espacio público. Aún resta que la Justicia resuelva sobre el pedido de arresto domiciliario en el lugar donde hoy funciona la concentración.