Milei defendió sus denuncias contra periodistas: "El que las hace las paga"
El presidente ya había denunciado a un grupo de periodistas meses atrás, pero la Justicia consideró que las expresiones denunciadas no constituyen un delito.
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Tras haber realizado nuevas denuncias penales contra un grupo de periodistas como Jorge Rial, Fabián Doman, Mauro Federico, Nicolás Lantos y Julia Mengolini, a quienes acusó por "injurias", el presidente Javier Milei se justificó asegurando que son "operadores mediáticos al servicio de los peores intereses pretenden victimizarse tergiversando la razón por la que fueron demandados".
Por medio de su cuenta de X, plataforma que, quizás, utiliza en exceso, declaró que "si un periodista confiesa en un programa de streaming (por más pedorro que sea) que tiene intención de espiar al Presidente de la Nación estamos frente a un escándalo nacional que nada tiene que ver con la libertad de expresión ni con el ejercicio del periodismo".
"Por oposición, si yo dijera que voy a espiar la vida privada de un periodista, tendríamos a la totalidad de la caterva de imbéciles de este país que lloran por las formas fingiendo indignación y hablando de violentar la democracia", continuó.
De esta manera, continuó defendiendo su accionar contra los comunicadores afirmando que "tienen que entender que no son especiales", que "no viven en una torre de marfil", ni tienen "prerrogativas de sangre por autopercibirse periodistas", sino que "les caben las generales de la ley como a cualquier ciudadano de a pie". También expresó su molestia porque al usar las redes sociales notó que "algunos supuestos periodistas (que en realidad son operadores mediáticos al servicio de los peores intereses) pretenden victimizarse tergiversando la razón por la que fueron demandados".
Estas nuevas acciones judiciales del mandatario libertario ocurren dos meses después de que haya hecho lo mismo contra Carlos Pagni, Ari Lijalad y Viviana Canosa y de que la Justicia, a través del juez federal Daniel Rafecas, considere que las expresiones denunciadas no constituyen un delito porque se encuentran amparadas por el derecho a la libertad de prensa.