Con la puesta en marcha de la mesa política nacional, el Gobierno intentó mostrar hiperactividad y un mecanismo de toma de decisiones más organizado tras la derrota electoral en la Provincia de Buenos Aires. No obstante, los cambios fueron leídos como insuficientes por parte de la militancia digital de La Libertad Avanza, sobre todo por Las Fuerzas del Cielo.

Encabezados por Daniel Parisini, alias el Gordo Dan, los tuiteros libertarios centran sus críticas en los Menem, particularmente en Eduardo "Lule" Menem, el funcionario bajo la órbita de Karina Milei que está señalado por Diego Spagnuolo como uno de los actores clave del supuesto esquema de retornos en la Agencia de Discapacidad, y Sebastián Pareja, el armador libertario en la Provincia de Buenos Aires.

"Lule Menem y Pareja, si tienen huevos, deberían dejar de usar de escudo humano a Karina Milei y dar un paso al costado en honor a la Sagrada Causa de la Libertad que lleva adelante el presidente Javier Milei. Por los 47 millones de argentinos y por el futuro de los que aún no nacieron", escribió Dan en X.

Mientras tanto, en otra mesa que se armó para la Provincia de Buenos Aires, los armadores libertarios dejaron afuera a Agustín Romo, diputado provincial y hombre de Santiago Caputo.

El malestar entre distintas vertientes de la militancia libertaria creció a la par del poder que acumuló "El Jefe" dentro del Gobierno. Aunque todavía no le apuntan a la hermana del Presidente -por obvias razones-, las críticas a "Lule" Menem y Pareja no pueden interpretarse aisladas respecto de la secretaria general de la Presidencia, pues ella es quien sostiene a estos funcionarios.

Por otro andarivel, otros militantes de LLA reclaman que el Presidente vuelva a las bases. Con el hashtag #EscuchanosMilei, cientos de usuarios -que hicieron tendencia la consigna- reivindicaron a Ramiro Marra, Diana Mondino y Victoria Villarruel. Los primeros dos han sido desterrados del espacio, mientras que la vicepresidenta continúa en su cargo -no la pueden despedir-, pero no tiene diálogo con su compañero de fórmula. Todos ellos fueron atravesados por una misma "guillotina" -como la definió Milei-: la de Karina.

Pese al dramatismo de las primeras horas que siguieron a la derrota electoral, el Gobierno intentó mostrar que mantiene la situación bajo control. Milei se puso al frente de la estrategia política y dejó en claro que no piensa realizar cambios antes de fin de año, cuando varios funcionarios deberán dejar sus cargos para asumir funciones legislativas.