Una misión de emergencia dirigida por Four Paws, con apoyo de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, comenzó formalmente el rescate de más de sesenta grandes felinos junto a dos osos pardos que permanecen en el ex-zoológico de Luján, clausurado en septiembre de 2020.
El predio había quedado sin ingresos tras su cierre, lo que llevó a que los propietarios intentaran sostener la alimentación de los animales mediante la venta de bienes, mientras muchos ejemplares morían o se encontraban en condiciones de abandono.
Los primeros pasos de la operación incluyen la evaluación clínica de cada animal, muchos de los cuales se hallan en recintos pequeños y superpoblados, con falta de especialistas in situ. Posterior preparación de unidades veterinarias temporales en el mismo predio para sedación y traslado cuando sea necesario.
Y por último, reubicación diseñada, comenzando por los osos “Gordo y Gorda”, que serán trasladados a un santuario de Four Paws en Bulgaria.
Las autoridades de Four Paws advierten que el trabajo no sólo es sanitario sino también logístico y jurídico: la misión supone una de las evaluaciones más grandes de felinos en un zoológico latinoamericano hasta la fecha, y puede convertirse en un punto de inflexión para la legislación argentina sobre bienestar animal.
Este caso deja en evidencia lo que puede ocurrir cuando las instituciones pierden el control operativo durante años, y la necesidad de políticas públicas que anticipen intervenciones antes de que las situaciones alcancen un estado crítico.