Al menos 11 personas murieron y 29 resultaron heridas en un violento ataque a tiros ocurrido este domingo durante una celebración de la festividad judía de Janucá en Bondi Beach, uno de los puntos más emblemáticos de Sídney, Australia. El hecho se produjo en la tarde local cuando miles de personas se habían reunido en el evento “Chanukah by the Sea”, organizado por la comunidad judía, según informaron autoridades y medios internacionales.
Dos hombres armados abrieron fuego contra la multitud, provocando pánico, gritos y escenas de caos entre los asistentes que intentaban refugiarse y escapar de la playa. Las fuerzas de seguridad actuaron rápidamente: uno de los atacantes fue abatido en el lugar y el otro fue detenido por la policía, que continúa investigando si hubo más participantes o la posibilidad de explosivos u otros dispositivos asociados al ataque.
La Policía de Nueva Gales del Sur calificó el suceso como un acto terrorista motivado por el odio hacia la comunidad judía, lo que marca uno de los episodios más letales en Australia en décadas y un claro mensaje de alarma sobre el aumento de incidentes de violencia antisemita en el país. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, condenó el ataque como un “acto de maldad antisemita” que golpeó profundamente a la sociedad y expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias.
Entre los heridos se encuentran civiles y al menos dos agentes policiales que respondieron al tiroteo, y los servicios de emergencia trabajan en diversos hospitales para atender a los afectados, algunos de ellos con lesiones graves. Testimonios y videos que circulan en redes muestran a personas corriendo y buscando refugio mientras se escuchan disparos, y a equipos de rescate asistiendo a los heridos en el lugar.
El ataque se produjo en una fecha simbólica para la comunidad judía, en el inicio de la festividad de Janucá, lo que generó una ola de respuestas internacionales. Líderes mundiales, incluido el presidente de Israel, Isaac Herzog, han condenado el hecho y exigido un enérgico combate contra el antisemitismo, señalando la necesidad de proteger a las comunidades vulnerables frente a amenazas extremistas.
Mientras la investigación continúa, se espera que las autoridades australianas amplíen las medidas de seguridad y profundicen en las motivaciones detrás del ataque, en un momento en que el país enfrenta crecientes tensiones y preocupaciones respecto a los delitos de odio que afectan a minorías religiosas.