Una historia realmente conmovedora. En Colombia una perrita callejera, del barrio Olaya de Cartagena, tuvo 5 cachorros a quien amamantó por varios meses. Un mono Cariblanco o Capuchino, que deambulaba por ahí, se sumó a la manada y fue bien recibido.
El pequeño primate seguramente fue sacado de su habitad natural para ser vendido en el mercado negro, pero quedó a la deriva y consiguió una excentrica familia.
La perrita y el mono se volvieron inseparables. Las autoridades querían devolver al mono a su entorno, pero cada vez que se alejaba de la perra, se ponía a llorar y reaccionaba de forma agresiva.
El mono sobrevivió gracias a que la perrita lo amamantó y ahora ambos fueron dado en adopción, juntos.
FINAL FELIZ.