Los 10 eventos más impactantes que marcaron al mundo en 2021
Del ataque al Capitolio de los Estados Unidos al fin de la era Merkel en Alemania, el año que se va dejó una infinidad de acontecimientos que tuvieron al mundo como espectador y protagonista. En esta nota, un resumen de los diez hechos más trascendentes.

Perú: Pedro Castillo presidente
Finalmente, 43 días después de la segunda vuelta ocurrida el domingo 6 de junio, el docente Pedro Castillo fue proclamado como presidente de la República, cargo que asumió el 28 de julio.
Castillo ganó las elecciones por un total de 44.263 votos de diferencia sobre Keiko Fujimori y estará al frente del país, idealmente, por el período 2021 - 2026.
Después de todas las apelaciones y denuncias de fraude electoral por parte de la hija de Alberto Fujimori y perdedora de tres ballotages consecutivos, fue que se sumaron 205 votos más para Castillo, lo que deja en evidencia que en verdad el proceso electoral, como todos los que tuvieron lugar en el país andino desde el 2001 en adelante fue parejo pero transparente.
El mandatario dio algo así como un giro al centro en materia económica en la previa a su asunción anunciando que le pidió al presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, que continúe en el cargo que ocupa desde hace 15 años.
No obstante, su mandato ha estado plagado de desplantes y crisis políticas, asistiendo a más de 10 cambios de ministros en sus primeros 100 días de Gobierno y la ruptura al interior del partido que lo llevó a Palacio presidencial, Perú Libre.
Afganistan y el retorno talibán
La caída de Kabul cerró un proceso que, al menos en su última fase, comenzó en el mes de abril cuando el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció, tras más de veinte años, el cierre de la operación militar norteamericana en Afganistán.
Desde entonces, si bien oficialmente se buscó negociar una salida pacífica con el Gobierno afgano, los talibanes fueron ganando cada vez un mayor control sobre los más de 400 distritos del país, algo de lo que el propio Biden parecía estar al tanto.
Solo como antecedente, la reconquista de Herat, una de las ciudades más pobladas y abiertas en términos culturales, marcó una fuerte caída de mujeres inscriptas para tomar el kankor, el examen anual de ingreso universitario.
Además, en los puestos de control bajo dominio talibán, los grupos de derechos humanos observaron que las mujeres que no viajaran con un mahram, en gran parte entendido como un pariente que sea hombre y mayor de 16 años, no podían circular.
Con los talibanes logrando grandes avances, la perspectiva es la de la amenaza plena para las protecciones de los derechos en las mujeres afganas.
Según reporta Naciones Unidas, desde el comienzo de este año, las muertes de civiles aumentó en un 50%, con más mujeres y niñas fallecida en el país que en cualquier otro período comprendido en la última década y rememorando indicadores del último Gobierno talibán.
El Salvador y un hito en la moda cripto
Con más dudas que certezas, el 7 de septiembre pasó a la historia como el día en que por primera vez un país oficializó a una criptomoneda como su divisa oficial.
El acontecimiento lo completan la República de El Salvador y el Bitcoin a través de la reglamentación aprobada por la Asamblea Legislativa y detallada en el Decreto Legislativo N° 57, de fecha 8 de junio de 2021.
Amparados sobre un total de 16 artículos, la Asamblea Legislativa de El Salvador, primero desde su comisión financiera y después bajo un debate exprés desarrollado por los 84 diputados que integran el cuerpo, dispuso la aprobación de la Ley Bitcoin.
Desde allí se presentó como “indispensable” emitir una batería de regulaciones para dar curso legal al bitcoin. Es por eso que se plantea “la regulación del bitcoin como moneda de curso legal”, advirtiendo que la misma afecta “a cualquier título que las personas naturales o jurídicas públicas o privadas requieran”.
La implementación de la ley va a tener, en un principio, un costo de 203.5 millones de dólares (o su equivalente en Bitcoin) en tanto una parte va a estar destinada a un fideicomiso para asumir los riesgos cambiarios.
AUKUS y la omnipresencia china
El juego de equilibrios regionales y globales en torno a la República Popular China se comenzó a reconfigurar en 2021 y, en este caso, bajo la forma de una asociación de seguridad estratégica entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos denominada, a partir de las iniciales de los países, AUKUS.
Con la motivación de defender de manera conjunta sus intereses en la zona del Indo-Pacífico y frenar la ambición expansionista de Beijing es que, en el marco de una conferencia de prensa simultánea, Joe Biden, el primer ministro británico, Boris Johnson, y el australiano, Scott Morrison, presentaron la iniciativa.
La alianza AUKUS incluirá a Australia en el selecto club de países con submarinos de propulsión nuclear, un tipo de impulso que permite desplazamientos mucho más largos sin la necesidad de salir a la superficie.
Hasta ahora, solo otras seis Naciones cuentan con esta infraestructura: China, Rusia, Reino Unido, India, Francia y Estados Unidos. Australia será el séptimo y único miembro de este espacio que no cuente, tanto en el plano militar como civil, con un programa nuclear propio.
Osea que, al menos desde lo declarado, Australia no dispondrá de armas nucleares, sino que esos submarinos estarán "convencionalmente armados", pero "potenciados por reactores nucleares" a partir de un hecho histórico, como la cesión del conocimiento por parte de Estados Unidos a la isla oceánica.
Es la segunda vez en su historia que Washington va a compartir el know how de la propulsión nuclear, algo que cuenta con un único precedente en el año 1958 y con un aliado histórico como el Reino Unido.
Alemania: chau Merkel, hola Scholz
El domingo 26 de septiembre la República Federal Alemana y sus algo más de 60 millones de votantes habilitados (sobre una población de 83 millones) fueron a las urnas en el marco de las elecciones federales que 16 años después cerraron la era Merkel al frente de la primera potencia europea.
El sucesor de Angela Merkel como canciller de la primera economía europea tiene nombre y apellido y es Olaf Scholz.
Finalmente el líder del Partido Socialdemócrata y por entonces ministro de Finanzas de Merkel logró cerrar la que es conocida como una coalición semáforo con su partido (rojos), los Demócratas Libres (amarillos) y los Verdes.
El nuevo Gobierno presentó su plataforma de cara a lo que en principio debería ser una administración hasta el año 2025.
Sí bien algunos nombres van a seguir en funciones como el propio Scholz e incluso hay una línea de continuidad bastante más amena en Alemania que en otros países, también es cierto que se esperan algunos cambios a partir de una nueva era en la locomotora europea.
La COP-26 sigue sin respuestas
Alrededor de 20.000 jefes de estado, diplomáticos y activistas se reunieron en persona para establecer nuevos objetivos para reducir las emisiones de la quema de carbón, petróleo y gas que están calentando el planeta.
La conferencia se lleva a cabo anualmente, pero este 2021 fue fundamental porque los científicos alertan sobre la necesidad de realizar un giro inmediato y brusco para alejarse de los combustibles fósiles si esperan evitar los impactos más catastróficos del cambio climático.
El objetivo es evitar que la temperatura global media suba más de 1,5 grados centígrados en comparación con los niveles anteriores a la Revolución Industrial. Ese es el umbral más allá del cual los científicos dicen que los peligros del calentamiento global, como las olas de calor mortales, la escasez de agua, las malas cosechas y el colapso de los ecosistemas, crecen enormemente.
Como apunta Noah Sachs en su estudio “El Acuerdo de París en 2020: ¿descompostura o ruptura?”, el tratado actualmente se encuentra en grave peligro de ingreesar en un espiral descendente, en buena medida por lo que puede ofrecer: transparencia y persuasión moral, dos commodities bastante devaluados por estos tiempos.
La transparencia descansa en que la garantía de que el progreso de cada Nación se verifique y se haga público. Si se hace bien, esto puede garantizar que todos tengan claro quién ha asumido qué compromisos, así como aquellos que se cumplen y los que no.
La persuasión moral por su parte está en el ayudar a los países más pobres, llevar las emisiones a cero neto para mediados de siglo y limitar el aumento de la temperatura por debajo de 2° C.
Ahora bien, hasta acá llegan los acuerdos y quedan los países. Ningún tratado de la ONU, vinculante o no, puede obligarlos a hacer lo contrario. Los controles siempre han estado y seguirán estando presentes pero ante todo sujetos a las vicisitudes de la política nacional.
Lo que no puede hacer es imponer ni diseñar una transición energética global. Es un reflejo de la política nacional más que un motor. La arquitectura se fortalecerá cuando los países se sientan cómodos y confiados en el camino hacia la descarbonización.
Que eso suceda depende de fuerzas y decisiones mucho más grandes que la ONU.
Chile dijo "No" a Kast: Boric presidente
Cuando el viernes 11 de marzo amanezca en Chile, el país modelo que se cansó de serlo podrá decir, tras cuatro de los años más tristes de su joven democracia, que finaliza la era de Sebastián Piñera y que Gabriel Boric, el presidente electo más joven de toda América Latina, asume, en sus propias palabras, “un cambio de ciclo histórico”.
No hubo paradoja ni coyuntura global sino un triunfo contundente y coherente que lejos de cerrar, profundiza lo que un grupo de estudiantes de nivel secundario iniciara un 14 de septiembre en reclamo al prontamente retraído aumento en los costos del Metro a 830 pesos chilenos.
Tras lo ocurrido en noviembre y tal como suelen confirmar los populismos de derecha, el equipo de Kast prontamente ejerció su músculo dicotómico y quiso transformar la elección en una entre democracia y comunismo, la respuesta de Boric y compañía estuvo en la resignificación de democracia y fascismo. Ganó la democracia, perdió el fascismo.
La relación de Boric con la convención constitucional será sin lugar a dudas la mayor prioridad que tenga el presidente electo, quien ve en ese proceso la oportunidad de condensar la corrección de las injusticias heredadas por un modelo fuertemente excluyente y al que se busca cambiarlo de raíz.
En lo partidario, restará por ver el desempeño de un Frente Amplio heterogéneo y jóven que ya no piensa esos atributos como un déficit sino como el insumo para poder articular, sin sobreactuaciones, las demandas históricas de un país que, en palabras de su presidente, si fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba.
COVAX: “Una idea hermosa que quedó corta”
La instalación de COVAX fue planteada como un intento "incomparable y ambicioso” de crear un mecanismo de adquisición global para suministrar vacunas contra el Covid-19 a todos los países del mundo.
Según las primeras descripciones de Gavi, la Alianza de Vacunas, estaba “resuelta en su objetivo de garantizar el acceso equitativo a las vacunas COVID-19”.
Sin embargo, incluso con la financiación completa, el despliegue de COVAX se ha movido mucho más lento que en los países de ingresos altos.
Para cuando se cumplió un año del lanzamiento de la iniciativa, el pasado 8 de septiembre, Naciones Unidas informó que "si bien el 80 por ciento de los ciudadanos en países de ingresos altos y medianos altos han recibido una dosis de la vacuna COVID-19, esa cifra es de solo el 20 por ciento para quienes viven por debajo de los niveles superiores".
Varios expertos en salud mundial señalan la falta de reconocimiento de las limitaciones de suministro como un obstáculo importante para la vacunación mundial y hacen hincapié en la diversificación y el aumento de la producción desde el principio.
Es probable que reconocer las deficiencias de COVAX sea importante mucho más allá de la pandemia actual. El enfoque COVAX ya se está promocionando como un posible modelo para hacer frente a futuras pandemias y otras crisis globales, como el cambio climático.