Un hombre de aproximadamente 70 años, con boina, junto a otro un poco más joven y una mujer, tocaron la puerta e ingresaron a una inmobiliaria de San Cristobal. Pero claro, lo que menos se iban a imaginar los dueños del negocio es que eran tres abuelos ladrones.
En primer lugar, el hombre de mayor edad sacó un arma, al tiempo que la mujer empezó a forcejear con el hijo del dueño, quien logró soltarse y escapar al fondo del local. No así su papá, que sufrió un culatazo en la cabeza por parte del asaltante que estaba armado.
La señora intentó abrir los cajones del escritorio, pero no pudo porque estaban cerrados con llaves. Por lo que los delincuentes se fueron del negocio de la esquina de avenida San Juan y Catamarca sin robar nada.
Este episodio, que ocurrió el vienes pasado, no fue el primer caso de inseguridad que sufrieron en la inmobiliaria. De hecho, a raíz de otros dos incidentes, habían decidido además de tener la puerta con llave, colocar cámaras de seguridad.