El presidente Alberto Fernández admitió este miércoles que al Gobierno le cuesta "mucho" combatir la inflación, pero advirtió que no van a claudicar en la lucha contra el alza de precios.
"Tenemos que darle una pelea clara a la inflación, que nos cuesta mucho combatir, porque gran parte es derivada del contexto mundial", dijo hoy el mandatario durante un acto en Santiago del Estero, en el que entregó viviendas para distintas localidades de esa provincia. "No vamos a ceder en esa lucha", advirtió.
Esta tarde, el INDEC difundirá el índice de agosto. A tono con estimaciones privadas, la Casa Rosada espera que el dato se ubique en torno al 7%. Días atrás, un nuevo Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que elaboran consultoras privadas para el Banco Central, proyectan que el alza de precios superará el 90% en 2022.
En su discurso, Fernández hizo un balance de sus 1.000 días al frente del Poder Ejecutivo. Dijo que fueron días "traumáticos", atravesados por la pandemia y el abordaje de "otros problemas que nos dejaron", como -mencionó- "la deuda y la economía".
En ese sentido, criticó a la administración de Cambiemos. Sin embargo, en línea con la iniciativa que impulsan desde diferentes sectores del oficialismo para establecer un diálogo con la oposición, apuntó: "Tenemos vocación de dialogar para encontrar salidas".
Por otra parte, volvió a hablar de federalismo, al sostener que "no puede haber una Argentina más privilegiada que la otra", y respaldó el pedido que hace algunas semanas realizaron gobernadores del Norte Grande para una tarifa diferencial de energía para la región durante el verano, dado el mayor consumo que se registra en esa región durante esa parte del año, y en medio del aumento en las boletas de luz.
"Todo lo que demanda (el Norte Grande) es poco, porque ha sido postergado durante años y no podemos seguir postergándolo", afirmó.