En el día de hoy, cientos de ciudadanos rusos se despidieron de los restos del último líder de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, quien falleció el pasado martes 30 de agosto a los 91 años.

Luego del funeral que se llevó a cabo en la Casa de los Sindicatos, el político fue trasladado al cementerio Novodevichi, donde son inhumadas las grandes personalidades rusas.

Tras largas horas de cola para ingresar al mítico edificio de Moscú, las personas pudieron decirle adiós al féretro abierto junto a un gran retrato del difunto. En el lugar se encontraba su hija Irina junto a otros familiares.

Desde el Kremlin informaron que la ausencia de Vladimir Putin tiene que ver con compromisos presidenciales. "La agenda del presidente no le permitirá estar allí", comunicó Dmitri Peskov, vocero del gobierno. 

Debido a las tensiones actuales entre Rusia y las potencias occidentales por la guerra en Ucrania, solamente un dirigente extranjero estuvo presente en la ceremonia y fue el Primer Ministro húngaro, Viktor Orban.

Putin, que ha manifestado que el colapso de la Unión Soviética fue la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX, aseguró en un comunicado oficial que el líder comunista "dirigió nuestro país durante un período de cambios complejos y dramáticos, de política exterior a gran escala y de retos económicos y sociales".