El mes pasado, Marcelo Arruda, miembro del partido del candidato y expresidente Lula da Silva murió tras ser atacado por un policía bolsonarista. Arruda se encontraba festejando su cumpleaños número 50.

La víctima se defendió con un arma de fuego y le disparó cinco veces al asesino, Jorge Guaranho, que debió ser hospitalizado. Tras recibir el alta, en las últimas horas la Justicia brasileña convino retirar el arresto domiciliario y enviar a Guaranho a prisión. 

El juez Gustavo Argüello aseguró que la Secretaría de Seguridad Pública "presenta plenas condiciones estructurales y humanas para resguardar al imputado" mientras continúa su recuperación. 

Los abogados de la familia de Arruda habían calificado la prisión domiciliaria como "una afrenta" por parte de la Justicia por tratarse de un "crimen hediondo por intolerancia política".

Además, habían denunciado la posibilidad de riesgo de fuga, ya que los hechos se sucedieron en la ciudad Foz do Iguazú, ubicada en el límite fronterizo con Argentina y Paraguay.