La avioneta en la que se trasladaban a Panamá, Cristian y Damián, quedó destrozada, pero ellos -los dos pilotos de 23 años- salieron ilesos y se convirtieron en héroes, porque tuvieron que hacer una gran maniobra para no involucrar en el accidente a los vecinos, a las propiedades y al colegio se encontraba cerca.
"No importaba caer, no queríamos lastimar a nadie, ese era el objetivo", dijeron los pilotos.
Ocurrió en la zona de Pavas, en el oeste de San José. "Al motor le faltó potencia, sentíamos que no quería más así que buscamos una calle algo vacía. Antes de caer esquivamos árboles, casas, líneas de alta tensión, autos estacionados", contó Damián.
"Queríamos que el avión toque el piso y se quede ahí, que no siga deslizando porque teníamos autos y casas adelante. Para eso levantamos la nariz. El ala izquierda toco primero en el suelo y eso nos amortiguó. Caímos de costado", agregaron los sobrevivientes.
Los jóvenes salieron por sus propios medios de la aeronave que quedó destrozada. Damián recibió dos puntos arriba de la ceja y Cristian salió ileso.
Los pilotos estaban recorriendo varios puntos en el mapa: hicieron parada Estados Unidos, México, Salvador, Nicaragua y ahora viajaban para Panamá cuando sufrieron el accidente.