Fabio Caramuto está a cargo, junto a sus hermanos y primos, de una empresa dedica a la prestación de servicios fúnebres en Gran Rosario. Empezó su abuelo en 1914 cuando abrió “Funeraria Caramuto” en Serodino, en la provincia de Santa Fe, y extendieron el legado su padre y sus tíos cuando formaron, en 1964, "Grupo PREVINCA" (Previsión Integral Caramuto) ofreciendo sus servicios en San Lorenzo, Rosario y otras localidades de la zona.
En 1977 hubo una división del patrimonio y uno de los tíos de Fabio se hizo cargo de la empresa que presta servicio en Rosario mientras que el padre y el otro tío se quedaron trabajando en una zona de aproximadamente 150 mil habitantes que abarca San Lorenzo, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán, Puerto General San Martin, Timbúes, San Fabián, entre otros.
Hoy en medio de la segunda ola de coronavirus que ha pegado más fuerte que la primera, Fabio Caramuto, sus hermanos, primos y todos los trabajadores que tienen a su cargo no tienen descanso. Según comentó en diálogo con Filo.News no trabajan así desde noviembre del año pasado cuando alcanzaron el pico de 198 sepelios mensuales. Sin embargo mayo cerró con récord histórico de muertes en los 107 años de servicio.
"En la zona en la que trabajamos nosotros hacemos el 90% de los sepelios, osea prácticamente todos. Tengo registros del año 50 en adelante pero los números eran muchos menores porque la población era menor. Pero desde que se estabilizó la cantidad de habitantes en esta zona manejábamos un promedio de 100 sepelios mensuales: a veces picos de 80/90 y algún invierno llegamos a picos de 110/120 porque generalmente hay más personas fallecidas. Estos eran nuestros números de trabajo", detalló el hombre de 54 años en diálogo con este medio.
"Hace unos 10 años llegamos un mes a un pico de 137 sepelios" recordó Fabio sobre los números pasados de los servicios fúnebres de "Grupo PREVINCA" pero insistió en que la situación actual los ha sobrepasado. "Nunca hemos vivimos algo así, parece una película", expresó conmocionado.
La pandemia de coronavirus obligó a las funerarias de Argentina a prepararse para el pico de muertes y evitar así el colapso del sistema y extremar las medidas de seguridad para evitar contagios en sus empleados. Aunque los Caramuto esperaban las peores cifras para fines de mayo de 2020 o principios de junio, Fabio reveló que el primer pico llegó -para ellos- en noviembre cuando pasaron de los 100 sepelios mensuales a "un trabajo récord de 198 sepelios".
Actualmente aquel número dejó de sorprender porque cerraron el mes de mayo con un máximo histórico en 107 años de servicio: "Este mes fue realmente alarmante, hicimos 230 sepelios" lo que significa un 130% más de muertes sobre las esperadas en la empresa familiar. "Un 40% murieron por coronavirus", detalló Fabio sobre los números del mes pasado.
El hombre de 54 años explicó que junto a los trabajadores tuvieron que lidiar con el dolor emocional de consolar a familiares y tener que restringir el número de personas que pueden ingresar a la sala velatoria debido a las medidas del protocolo para evitar la propagación del COVID-19.
Por último, Fabio Caramuto resaltó: "El COVID no es obligatorio cremarlo pero la mayoría de los familiares de los fallecidos optan por hacerlo. Estábamos realizando 80 mensuales y en el mes de mayo hicimos 175. Creció no solo porque aumentaron los fallecimientos sino también porque la cultura de la cremación va ganando adeptos".