Este jueves, el Banco Central (BCRA) prorrogó hasta el 31 de diciembre la suspensión del cobro de todos los cargos para todas las operaciones en cajeros automáticos, como extracciones y depósitos de dinero o consultas de distinto tipo, más allá del importe o de que el usuario sea cliente o no de la entidad.
Se trata de la segunda prórroga de suspensión de comisiones que fija la autoridad monetaria después de decretarse el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) el 20 de marzo, con el objetivo de facilitar la operatoria de los usuarios y evitar que tengan que enfrentar costos extra por operar en cajeros cercanos a su vivienda.
Según la norma, las entidades financieras no podrán cobrar cargos ni comisiones por cualquiera de las operaciones (depósitos, extracciones, consultas, entre otras) efectuadas mediante todos los cajeros automáticos habilitados y operados por ellas en el país. La medida abarca a todos los usuarios del sistema bancario, incluidos los pensionados, jubilados y beneficiarios de planes sociales en general, como Asignación Universal por Hijo (AUH) e Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Recordemos que continúa vigente la medida que establece que todas las entidades deben permitir la extracción por cajero automático como mínimo de $15.000 por día en una o más extracciones. Esto incluye a las realizadas tanto por personas humanas como jurídicas, con independencia de si son clientes o no de la entidad en la que está ubicada el cajero, según resolvió el Banco Central en abril a través de la Comunicación “A” 6957.
“Las entidades financieras deberán arbitrar los medios para que todas las personas humanas y jurídicas puedan efectuar extracciones por un importe que, como mínimo, alcance la suma de $15.000 -acumulado diario-, con independencia de su condición de clientes (o no) de la entidad financiera propietaria del dispositivo en el que se efectúa la operación y de la red que lo administra”, informó la autoridad monetaria.
Sin embargo, muchos bancos elevaron su límite diario de extracción para sus clientes, que pueden modificar el tope a través de su homebanking. Esos límites, dependiendo de la entidad, pueden llegar a duplicar e incluso triplicar el monto obligatorio de $15.000.