El presidente Javier Milei habló en el Mercosur y aseguró que este organismo “necesita una reforma institucional e integral” y planteó que la flexibilidad debe ser entendida como una fortaleza y no como una amenaza. El mandatario aprovechó su turno de tomar la palabra en la cumbre del bloque que se desarrolla en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, donde volvió a marcar distancia con el funcionamiento actual del organismo regional.

En el inicio de su discurso, Milei agradeció el recibimiento por parte de Brasil y saludó a sus pares Santiago Peña (Paraguay), Yamandú Orsi (Uruguay) y José Raúl Mulino (Panamá). Además, felicitó al pueblo chileno por lo que definió como “una jornada ejemplar” y celebró la elección de José Antonio Kast como nuevo presidente de Chile, a quien calificó como “mi gran amigo”.

“La nueva Sudamérica viene del futuro”, afirmó el jefe de Estado, y sostuvo que el bloque enfrenta una decisión clave: adaptarse a los cambios globales o aferrarse a estructuras del pasado. En ese marco, cuestionó duramente el desempeño del Mercosur al señalar que “no hay mercado común, no hay libre circulación efectiva, no hay coordinación macroeconómica” ni una apertura suficiente al mundo, y remarcó que ninguno de los objetivos fundacionales fue plenamente cumplido.

Acompañado por el canciller Pablo Quirno, Milei apuntó contra lo que definió como una “burocracia sobredimensionada e ineficaz” y reclamó una transformación profunda del bloque que permita reducir costos y priorizar el libre comercio. “La integración debe estar al servicio del comercio y no de la burocracia”, afirmó, al tiempo que advirtió que la rigidez solo conduce al estancamiento en un escenario internacional que avanza a mayor velocidad.

En el tramo final, el Presidente cuestionó la falta de avances en acuerdos estratégicos, como el tratado de libre comercio con la Unión Europea, y sostuvo que cuando el Mercosur intenta avanzar de forma monolítica “se pierden oportunidades”. También se refirió a la situación regional en materia de seguridad, volvió a calificar de narcoterrorista a Nicolás Maduro, respaldó la presión internacional sobre Venezuela, reclamó la liberación del gendarme Nahuel Gallo, celebró la incorporación de Bolivia al bloque y agradeció el apoyo al reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas.