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Filo.Mundo | El “Mencho” vs el “Marro”: la guerra narco que asusta a México

La profundización del narcotráfico en América Latina y con ello la diversificación de las consecuencias que esto representa para las sociedades de la región es cada vez más preocupante. En este video, todo lo que necesitas saber sobre el caso mexicano. 

Filo.Mundo | El “Mencho” vs el “Marro”: la guerra narco que asusta a México

La profundización del narcotráfico en América Latina y con ello la diversificación de las consecuencias que esto representa para las sociedades de la región es cada vez más preocupante. 

La presencia de México como síntoma regional de este fenómeno da cuenta de una nueva oportunidad perdida en los últimos años, en buena medida a partir de la incapacidad o indecisión de los gobiernos de turno en hacer frente a una problemática tan dinámica. 

Con el "Chapo" Guzmán extraditado y la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) las expectativas sobre este eje eran altas, demasiado quizás para un escenario que con nuevos líderes coyunturales como el "Mencho" o el "Marro", intensifican un conflicto que una vez más parece lejos de terminar.

Lo que en México inicialmente estaba orientado al tráfico exclusivo de narcóticos, con el correr de los años fue sumando diferentes actividades. Es por eso que la historia del país es importante para entender donde estamos parados en la actualidad, así como las perspectivas a futuro.

En ese sentido, puede contemplarse que entre el período 1950 y 1990, existió una gran corporación del narcotráfico que era la Organización del Pacífico dirigida por Miguel Ángel Félix Gallardo. 

No obstante, sobre los 1990 esta corporación se fragmenta, al tiempo que la violencia comienza a crecer mostrando algunos cambios no solo en su intensificación sino también en sus formas, como la profesionalización de los Ejércitos y de los sicarios por un lado así como las extorsiones, secuestros y tráfico de personas como fuente de financiamiento, por el otro.

Esta diversificación también puede contemplarse en el tráfico de las drogas propiamente dicho. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos marca por caso que la cantidad de cocaína que ingresó al país durante el 2019 se redujo pero que las incautaciones de heroína, fentanilo y metanfetamina van en aumento.

El “Mencho” y el “Marro”

Estos actores representan en la actualidad la disputa por Guanajuato, el Estado más violento de México y punto clave en la ruta de la droga hacia los Estados Unidos. 

Nemesio Oseguera Cervantes, el "Mencho", es el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, grupo que surge en el 2010 con la separación del de Sinaloa y que se expande fuertemente aumentando su presencia en la geografía nacional, pero específicamente en algunos puertos de gran importancia como Cancún y Lázaro Cárdenas 

Para entender su poder específico, es importante saber que en México se dice que cuando un narco comienza a ser famoso fuera de su tierra, también empieza el final de su carrera. 

El "Mencho" parece haber tomado nota de esto al punto de que no solo que no hay muchas imágenes de su persona sino que además se lo llegó a dar por muerto en más de una oportunidad.

Nemesio Oseguera Cervantes, alias el "Mencho"

Pero si incluso la DEA tiene poca información sobre su persona, sus ataques, en cambio, son bastante contundentes. Ningún capo, por más poderoso que sea, se había animado a desplegar fusiles y disparar más de 100 veces contra un jefe de la policía en pleno barrio residencial de Ciudad de México. Ninguno hasta ahora.

El caso del "Marro" no es muy diferente de lo que venimos viendo. Los orígenes de José Antonio Yépez tienen que ver con una separación dentro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) allá por 2017.

El “Marro” decidió centrar su negocio en la gasolina, más precisamente en el robo de pipas, algo conocido en el país como “huachicoleo”, una actividad que lo llevó a fortalecerse más en lo económico que en lo territorial, pero que por sobre todas las cosas puso en agenda la guerra de estos cárteles.

Hasta principios de agosto el "Marro" era uno de los hombres más buscados por las autoridades en México, algo que se explica a partir de que en apenas diez años pasó de ser asaltante de camiones a líder de un cartel que sembraba el terror en el estado de Guanajuato.

José Antonio Yépez, alias el "Marro"

Ahora el "Marro" se encuentra bajo custodia policial tras ser capturado por las fuerzas de seguridad nacionales, algo que significó el festejo del Cártel Nueva Generación pero que no necesariamente se traduce en una mejora sobre la todavía llamada guerra narco.

Osea que la captura del "Marro" podría parecer buenas noticias, que en parte lo son, sobre todo para el Mencho, pero no sobre el objetivo y persepectivas de lograr reducir los niveles de violencia multidimensional que el país atraviesa hace décadas. 

Diversificación y profundización

Como la historia probó, la detención de líderes de grupos criminales en México no supone el fin de sus actividades, sino que da lugar a una reorganización de sus jerarquías, como ocurrió con el cártel de Sinaloa tras el arresto del Chapo Guzmán.

Desde el año 2006, con la presidencia de Felipe Calderón y su guerra al narcotráfico, lo que se puede ver es una desestabilización de la escena, en la cual la política de represión atomizó el crimen organizado, haciéndolo cada vez más difícil de percibir y provocando un aumento sostenido desde la violencia estatal.

En esto, ninguna de las políticas que se tomaron redujeron el mercado ilegal o el consumo, al tiempo que generaron una mayor actividad criminal neta que se traduce, según fuentes oficiales, en que por este conflicto, al menos entre diciembre de 2006 y abril de 2018 se produjeron más de 250.000 homicidios.

La llegada de AMLO

Fue AMLO quien durante su campaña que lo llevó al Palacio Nacional que se refirió a una agenda anclada en tres grandes ejes.  “El plan nacional de Desarrollo” para reorientar la idea de la guerra contra el narcotráfico como política, la “apertura de una justicia transicional” dando amnistías para acercar a ciertos criminales y la idea de “verdad, memoria y no repetición”, para recordar las víctimas de este conflicto. 

Pero por fuera de las promesas la realidad tiene su propio pulso y el gobierno de AMLO parece estar siguiendo las mismas políticas que los de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. 

Si bien desde la retórica político-religiosa el presidente habla de “abrazos y no balazos”, parecería existir una sobreutilización del Ejército para tareas de seguridad pública, algo reforzado en tiempos de pandemia.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México

Aunque el presidente reconoce el problema, de momento no logró diseñar una estrategia coherente, entendiendo que llama a pacificar la relación con los cárteles pero a su vez aprueba que los soldados puedan permanecer en las calles hasta 2024, con la posterior creación de una Guardia Nacional que sin estrenarse trajo un sinfín de conflictos con la Policía Federal. 

Mientras el Estado no logre tomar una decisión que articule una política sólida y seria sobre este fenómeno, lo cierto es que ni siquiera la detención de personajes tan poderosos como el "Marro" o el cercamiento sobre el "Mencho" pueden significar una buena noticia y la perspectiva de un conflicto que una vez más parece no tener solución. 

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