Fuerte repudio a Trump por separar familias inmigrantes y poner niños en jaulas
El presidente advirtió además de que puede quitar las ayudas estadounidenses a los países de los que proceden los inmigrantes
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su administración seguirá separando a las familias de inmigrantes indocumentados en la frontera con México. "Cuando detienes a los padres, tienes que quitarles a los niños", manifestó el mandatario en medio de la oleada de condena a esta política de su administración tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
En un discurso pronunciado en Washington ante empresarios, Trump advirtió además de que puede quitar las ayudas estadounidenses a los países de los que proceden los inmigrantes. Aseguró que hay países que "abusan" de Estados Unidos enviando "a gente mala". "No vamos a seguir dando ayuda a esos países", manifestó.
La mayoría de los inmigrantes indocumentados que cruza desde México procede de los países centroamericanos del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) y llegan a Estados Unidos huyendo de la violencia en esos países.
Más de 2.300 niños fueron separados de sus padres desde abril, en el marco de lo que la administración Trump califica de política de "tolerancia cero" y que utiliza como medida para desincentivar la llegada de inmigración ilegal al país.
El gobierno enfrenta una oleada de indignación generalizada por la aplicación de esta nueva normativa administrativa, de separar a las familias de inmigrantes de sus hijos, que son mantenidos en un lugar separado y desconocido para los adultos.
"Business Roundtable insta a la administración a poner fin inmediatamente a la política de separación de menores acompañados por sus padres", escribió Chuck Robbins, gerente de la cartera de inmigración de esa organización patronal. "Esta práctica es cruel y contraria a los valores estadounidenses", agregó.
El Secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también se sumó a la controversia, al afirmar categóricamente este lunes que los niños "no deben ser separados de sus familias".
"Estados Unidos no será un campo de inmigrantes, y no será un complejo para mantener refugiados. No lo será", confirmó el presidente Trump.