Cuatro delincuentes entraron a robar a un estacionamiento ubicado en la calle Pavón al 3700, en el barrio porteño de Boedo. Esta situación fue advertida por los vecinos quienes rápidamente llamaron a la Policía. 

Los uniformados llegaron al lugar en moto y vieron un Chevrolet Cruze que salía del garaje cuyo conductor apuntaba con un arma de fuego. El ladrón intentó chocarlos y se desencadenó el tiroteo. Finalmente escapó. 

Luego un Ford Ka, con otros dos delincuentes dentro, salió del mismo lugar pero en sentido opuesto. Ambos fueron detenidos. Otro de ellos salió al mismo tiempo en un Ford Fiesta y no fue interceptado por la Policía.

Los efectivos solicitaron refuerzos para iniciar las persecueción sobre los autos que habían escapado. Un policía ciclista vio al Chevrolet Cruze a unas diez cuadras y le exigió al conductor del vehículo que detuviera la marcha, pero el delincuente hizo caso omiso y lo atropelló para continuar su camino.

Minutos más tarde los agentes encontraron el auto abandonado, con seis impactos de bala y manchas de sangre en el asiento del conductor, en el cruce de Castro Barros y Salcedo.

Por su parte, el oficial embestido que fue trasladado al hospital policial Churruca, con politraumatismos.