El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se refirió este miércoles al desalojo que se produjo en la toma de Guernica hace dos semanas, cuando la Policía Bonaerense utilizó la fuerza para desplazar a quienes todavía permanecían en la toma.

"Me resisto a hablar de represión cuando no hubo un solo herido, ni un golpeado. No hay nadie que pueda decir que fue en ese contexto", explicó el dirigente kirchnerista. 

Desde que sucedió el desalojo, tanto Kicillof como sus funcionarios aseguraron que se trató de una orden judicial cumplida por la administración bonaerense: "No es deseable, pero la Justicia tomó una decisión y el Gobierno provincial no podía estar en desacato", resaltó.

"Había una orden judicial que había que cumplir, pedimos todas las posposiciones que pudimos, dimos asistencia a la enorme mayoría de la gente", agregó en declaraciones a medios acreditados en Casa Rosada.

Organismos de Derechos Humanos denunciaron cuando sucedió el hecho un uso "desproporcionado" de la fuerza en el desalojo. El gobierno bonaerense, a su vez, señaló a partidos de izquierda que obstruyeron la negociación con los ocupantes del terreno.

"Guernica cobró notoriedad, pero la verdad es que el problema de acceso a la vivienda o la precariedad de la vivienda son hechos que en el Conurbano bonaerense, y también ahora en algunos lugares del interior, se repiten", agregó el gobernador