La Ley de Etiquetado Frontal será tratada hoy en sesión del Senado. El proyecto lleva varios años en estudio y es la unificación de 15 que fueron presentados previamente. El miércoles 21 de octubre el proyecto tuvo dictamen en el Senado y hoy podría obtener media sanción.

La Ley busca garantizar información clara y veraz a los consumidores sobre los excesos de los componentes perjudiciales para la salud que se encuentran en productos procesados, bebidas no alcohólicas y preenvasados.

Los productos que tengan un exceso en azúcar, sodio y grasas tendrían en la parte frontal del envase un sello, bien a la vista, de advertencia que indicará cuál nutriente está en exceso. Además, la Ley propone regular la publicidad excesiva y engañosa hacia las niñas y niños.

El proyecto tiene el respaldo del ministro de Salud Ginés González García, pero también de los Ministerios de Desarrollo Productivo y Agroindustria. Según el relevamiento de la consultora Quiddity, 9 de cada 10 argentinos creen que es muy o bastante importante que exista una ley de etiquetado frontal, para que la información nutricional esté a la vista y ya no está colocada en letra chica.

En contra del proyecto se encuentra la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) que pedía un etiquetado en letra chica, como el sistema aprobado hace unas semanas en Brasil. Además está el lobby azucarero que en Argentina lo lideran los tucumanos, con 15 de los 21 ingenios en sus tierras.

En esta línea, a modo de aliviar el impacto, el jueves 22 de octubre obtuvo dictamen en comisión un proyecto para extender por cuatro años el esquema de beneficios para los biocombustibles, la otra fuente de la industria azucarera.

En Argentina, el 58% de las personas padece de insuficiencia de nutrientes. Además es uno de los países con mayor consumo de bebidas azucaradas a nivel mundial, donde cada argentino consume un promedio de 137 por año, según un informe del año pasado de la Subsecretaría de Bienestar Ciudadano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En este contexto se enmarca el debate sobre la Ley de Etiquetado Frontal.