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"Quisieron instalar que los chicos habían robado y que el choque fue producto de una persecución"

Yanina Zarzoso es la madre de Camila López la joven de trece años que murió el lunes por la madrugada durante la persecución policial en San Miguel del Monte.

"Quisieron instalar que los chicos habían robado y que el choque fue producto de una persecución"
Camila López, 13 años, una de las víctimas de la masacre en Miguel del Monte

Cinco jóvenes a bordo de un Fiat 147 chocaron contra un acoplado estacionado al costado de la ruta nacional 3, a la altura de San Miguel del Monte, unos 115 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires, mientras eran perseguidos por un móvil policial. Los investigadores intentan determinar por qué los efectivos iniciaron esa persecución.

Tras el choque fallecieron Camila López (13), Danilo Sansone (13), Carlos Aníbal Suárez (22) y Gonzalo Domínguez (14). Otra adolescente de 13 años que iba en el auto sobrevivió y está internada en estado crítico en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.

Yanina Zarzoso, la mamá de Camila, escribió una desgarradora carta que fue publicada en "La garganta poderosa": "Sé que la voy a extrañar toda la vida y que el dolor no lo voy a calmar jamás con nada. Hay algo que me dice, quizá es la voz de Camila, que me susurra 'mami no hice nada'. Y no, no hizo nada. Pero yo voy a hacer Justicia por Danilo, por Gonzalo, por Aníbal, por Rocío ¡y por mi hija!".

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El lunes a la noche me dormí, después de haber trabajado todo el día, sabiendo que mi hija estaba en casa con Rocío, que era como su hermana. A las tres de la madrugada sonó el teléfono: la mamá de Rocío, mi amiga de toda la vida, llamó para decirme que estaba yendo a la comisaría porque las nenas habían sufrido un accidente. Desesperada salí de casa y en la puerta estaba la Policía. "Su hija tuvo un accidente", pronunciaron. ¿Entienden? ¡Un accidente me dijeron!

Cuando llegué al hospital me ocultaron la verdad. Me preguntaban una y otra vez cómo era Camila, para dejar pasar el tiempo. Estuve una hora esperando sin saber qué había pasado, mientras mi hija ya estaba muerta. Cuando me enteré, entré en un estado de shock del que todavía no salgo. Las primeras horas quisieron instalar que los chicos habían robado y el choque había sido producto de una persecución. Juro que no entendía nada. No podía ser cierto, no había ninguna posibilidad. Pero dejaron correr esa versión, hasta que comprendimos que se trataba de la monstruosidad de la Policía.

Horas más tarde me citaron en la Ayudantía porque en Monte no hay Fiscalía. Ahí me dijeron que la carátula era "Homicidio culposo agravado por pluralidad de víctimas", como si la culpa fuera de quien manejaba el auto y no de la Bonaerense. Sabemos que hubo un llamado al 911 porque una vecina había escuchado ladridos de perros. Entonces, cuando la Policía llegó y vio que el único coche en la calle era en el que iban los cinco chicos, comenzaron a seguirlos porque supuestamente habían robado. ¡Una locura! 

Aunque acá vivíamos muy tranquilos, los últimos tiempos la Policía empezó a parar gente indiscriminadamente, y si no tenés documento te re cagan a palos. En Monte no estamos acostumbrados a vivir con miedo a las Fuerzas. Y parte de esa bronca generalizada se vio hoy en la concentración en la plaza. ¡Estuvo todo el pueblo! Fue impresionante. Y muy doloroso. Hoy sepultaron a Gonzalo y a Darío; mientras Rocío sigue internada en La Plata. Está estable pero grave desde el primer momento en que la operaron. 

Tras las autopsias se comprobó que uno de los chicos tiene herida de bala así que urgente deben cambiar la carátula; no hay vuelta atrás, ¡no pueden esconder más lo que pasó! La Ayudantía, una vez que empezó a investigar, actuó bien y se dio cuenta que la Policía había intentado cubrir todo y mentido desde el primer momento. 

Siento un vacío total en el cuerpo. Nunca creí vivir algo así. Hace 8 meses falleció mi hermana, no logro superar su pérdida y ahora pasa esto. Me la imagino dentro de ese auto desesperada por la persecución. Estamos destruidos, pero hay algo que me mantiene fuerte: necesito que se haga justicia por Camila. Tendré todo el tiempo del mundo para llorar, ¡y ya lloré un montón! Sé que la voy a extrañar toda la vida y que el dolor no lo voy a calmar jamás con nada. Hay algo que me dice, quizá es la voz de Camila, que me susurra “mami no hice nada”. Y no, no hizo nada. Pero yo voy a hacer Justicia por Danilo, por Gonzalo, por Aníbal, por Rocío ¡y por mi hija!

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