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Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá: "Las instituciones bancarias tradicionales dejan a demasiada gente afuera"

Pierpaolo Barbieri charló con Filo.News sobre su formación como historiador económico en Estados Unidos, los límites de las entidades financieras tradicionales en la región y el rol de su fintech Ualá en las finanzas personales.

Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá: "Las instituciones bancarias tradicionales dejan a demasiada gente afuera"
Pierpaolo Barbieri, fundador y CEO de Ualá.

Alejado del estereotipo del empresario medio argentino, graduado de Historia Económica en Harvard y con un posgrado en Cambridge, Pierpaolo Barbieri fue investigador y autor de un libro sobre la guerra civil española. Luego de dedicarse a la consultoría macroeconómica y geopolítica como Director Ejecutivo de Greenmantle en Nueva York, decidió retornar a la Argentina y fundar su fintech, Ualá. 

"La macroeconomía solamente te va a dar excusas", dice Barbieri, mostrando que sus diferencias con el empresariado local van más allá de su historia personal y llegan a lo discursivo. En su charla con Filo.News, elije enfocarse en su negocio en lugar de hacerlo en los problemas estructurales de la economía argentina. 

Con más de 3 millones de usuarios, su aplicación de finanzas personales permite el acceso a una tarjeta prepaga Mastercard, realizar pagos, transferencias, inversiones y solicitar créditos sin la necesidad de tener una cuenta bancaria. "Si tenés 13 años o más, no importa cuanto ganes, no importa quién seas, no importa el sexo que te identifique, podés tener tu Ualá", simplifica el empresario.

- ¿Cómo un historiador del ámbito académico, que incluso escribió un libro, se mete al mundo de las fintech?

- Soy un historiador financiero y económico e hice mucho trabajo sobre el sistema financiero global, escribí un libro sobre la guerra civil española y el sistema internacional de reservas y economía en la entreguerra, con un foco en el colapso de la primera globalización. Eso me llevó a entender mucho mejor los flujos de capital a nivel internacional, así como las distintas opciones para la banca y fue eso en parte lo que me inspiró al nacimiento de Ualá. Entendiéndolo desde una perspectiva histórica, podemos ver por qué los bancos fueron en algún momento lugares físicos y cómo hoy ya no necesitan serlo. 

Una de las grandes deudas que tiene latinoamérica es que, a diferencia de Europa, más del 50% de los adultos de nuestra región nunca tuvo acceso a una cuenta. Cuando no tenés acceso a una cuenta no tenés acceso a maneras de ahorrar, a crear historia crediticia para tomar un préstamo a una tasa accesible y tampoco podés transaccionar en una economía moderna, porque las transacciones son cada vez más digitales, entonces estamos dejando a toda esa gente afuera. 

Esto es parecido al proceso de universalización bancaria que pasó en Europa a mitad del siglo XX, lo cual me inspiró en el pensamiento y la creación de Ualá, que por supuesto no es un proyecto mío, sino que es de un equipo. 

- Justamente te quería preguntar sobre la informalidad económica que se desprende de la falta de cuentas bancarias en la población de América Latina en general y Argentina en particular: ¿Qué te llevó a tomar Argentina como base para el proyecto?

- Argentina es mi patria, es mi tierra, yo crecí en Argentina y viví después 12, 13 años afuera, pero siempre quise volver y siempre quise emprender acá. Primero porque tengo un compromiso social con la tierra que me vió nacer, pero no es sólo eso. Yo creo que Argentina tiene 2 cosas más. 

Número 1: tiene un esquema regulatorio que permitía y permite la innovación, otros países de latinoamérica no lo tienen. Segundo, Argentina tiene calidad de talento por su ecosistema tecnológico y las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, que crean gran talento. Un pool donde no solamente encontré socios que empezaron la empresa conmigo, sino un gran equipo que construimos. Hoy ya somos once nacionalidades en el equipo, tenemos oficinas en cuatro países, tenemos colaboradores/empleados en dieciocho provincias del país, y eso habla del talento que podemos tener en Argentina. A mí me llena de orgullo que Ualá sea una de esas empresas que crean producto en la Argentina y ahora lo estamos exportando a México. Entonces, yo creo que el talento argentino puede ayudar a resolver este problema latinoamericano al que hacía referencia. 

- En ese sentido, uno podría pensar que los servicios que ustedes brindan podrían aportar a reducir las desigualdades estructurales que existen en América Latina y en Argentina. 

- No podemos confiar en los que ahora nos dicen que van a resolver el problema cuando por sesenta, setenta años no lo resolvieron. Las instituciones bancarias tradicionales en latinoamérica sirvieron a los usuarios que ellos querían servir y eso me parece genial, hay grandes productos financieros en América Latina, el problema es que dejan a demasiada gente afuera. 

En Ualá lo que nosotros proponemos es una cuenta universal para todo el mundo. En Argentina, si tenés 13 años o más, no importa cuanto ganes, no importa quién seas, no importa el sexo que te identifique, no importa si vivís en Buenos Aires o en Salta o en Tierra del Fuego, podés tener tu Ualá. No hay requisitos, no hay costos, no hay detalles ocultos. Y lo mismo en México, a partir de los 18 años (porque eso es lo que nos pide la regulación) podés ser parte de Ualá. Ya tenemos clientes en todos los Estados mexicanos y lo mismo en todas las provincias argentinas. Creo que se puede hacer un producto innovador y la tecnología es el canal para hacerlo de una manera más inclusiva, más innovadora y mucho más transparente de lo que existía antes. 

- ¿Te parece que las entidades financieras tradicionales como los bancos pueden coexistir con las fintech o van a ir siendo desplazados del mercado?

- Yo no creo que vayan a ser reemplazados, están en un proceso de transformación digital y eso me parece perfecto. Es parte de lo que tenemos que lograr como sociedad, que ellos se puedan configurar a una era donde no necesitan tener tantas sucursales físicas. Irónicamente, es mucho más inclusivo dar productos por una sucursal que vamos a tener todos: un teléfono. Entonces, mal o bien, el 90% de la población argentina tiene un teléfono inteligente y tiene conectividad. Solamente el 25% tiene acceso a una PC y la penetración de las sucursales bancarias es mucho más baja que eso. 

Creo que esto nos plantea la posibilidad de que los bancos sean parte de esto, hay grandes bancos en Argentina, de hecho nosotros estamos aliados con cuatro. Tenemos negocios con ellos. Entonces, no es uno o los otros, es entre todos crear un ecosistema que sea realmente inclusivo. Nosotros tenemos asociaciones con el Banco Industrial para proveer acceso a las cuentas para la Clave Virtual Uniforme que es el sistema interoperable de transferencias bancarias en Argentina; tenemos asociaciones con empresas tradicionales de seguros como Willis Towers Watson con quienes lanzamos el producto de seguros hace menos de un mes y fue un hito, porque no había otra fintech que ofreciera eso en Argentina. Vos podés contratar los seguros de WTW directamente desde el ecosistema de Ualá y podés tener seguro de celular o de mascota (que es extremadamente popular). No es ellos o nosotros, y no venimos a reemplazarlos, es más, venimos a construir un ecosistema más grande.

- Pese a que en Argentina venimos arrastrando y profundizando problemas macroeconómicos, ustedes crecen y crean trabajo calificado, ¿cómo se da eso?

- La macroeconomía solamente te va a dar excusas. La transformación digital existe y nosotros tenemos que ser parte de eso. Nos llena de orgullo tener a uno de los mejores inversores del mundo y que apuesten al talento argentino, o el talento desarrollado desde argentina para exportar. Tenemos inversores que nunca antes habían invertido en Argentina como SoftBank, otros que nunca antes habían invertido en fintech como Tencent, que tiene una inversión en Brasil y una en Argentina y eso es todo. Tenemos capitales japoneses, capitales chinos, tenemos a Soros y Goldman Sachs que no habían invertido en la economía real argentina en 20 años. Traer ese dinero para que inviertan en trabajos argentinos que son de calidad, que después van a crear nuevas oportunidades porque la gente se va a ir de Ualá y va a crear otras empresas. Eso está buenísimo, y yo creo que es una de las maneras en que podemos sacar al país de esta inestabilidad macroeconómica que ha sido terrible, porque ha creado pobreza en vez de crear trabajos. Con trabajos así, la oportunidad de Argentina es tener no solamente a la soja y depender todo de eso, sino tener soja digital, la capacidad de crear productos en Argentina, de exportarlos y triunfar en la globalización de los servicios. 

- ¿Te parece que algunas políticas como la Ley de Economía del Conocimiento y el programa de Transferencias 3.0 que está desarrollando el Banco Central pueden ayudar en esa perspectiva?

- Sí, nosotros apoyamos la implementación del esquema 3.0 de transferencias. Creemos que eso va a modernizar el sistema de pagos argentino. Cuanto más rápidos y más baratos sean los pagos va a haber más digitalización, entonces eso es bueno. La Ley de Economía del Conocimiento también es algo que nosotros apoyamos, aunque no participamos en ella porque nosotros no producimos software para exportar, sino que producimos servicios. Estamos analizando la nueva versión de la Ley y lo apoyamos porque creemos en toda la industria. Creo que como empresarios (o como representantes del sector privado) tenemos que dejar de siempre pedir algo nosotros. A nosotros (la ley) no nos beneficia pero apoyamos igual, porque lo importante es crear más oportunidades y más ecosistema, porque si hay otras empresas que triunfan también yo voy a poder ir a contratar otras empresas; y si Ualá triunfa también otras empresas van a querer contratar nuestro talento. Entonces, lo importante es que la sociedad en general se beneficie y no solamente un par de empresarios que tienen un área protegida donde nadie compite. 

- A priori uno podría pensar en la falta de acceso a la bancarización como un freno a la hora de invertir o emprender en la región, pero vos lo ves como una oportunidad.

- La inestabilidad macroeconómica nunca es favorable, pero si veo que Latinoamérica nos plantea una oportunidad porque tenemos la tecnología para resolver un problema que se resolvió en los Estados Unidos en los años 20, se resolvió en Europa en los 40, y se resolvió en Asia la década pasada. Entonces, hoy lo podemos hacer. Podemos bajar radicalmente los costos de proveer cuentas, de digitalizar los pagos, de incluir a gente que antes estaba excluida. 

Desde el principio dije que yo quiero a todos esos clientes que las otras instituciones no querían y al resto también. Y así creamos un producto que realmente está cambiando la manera de interactuar con los servicios financieros porque Ualá te habla de otra manera, te muestra otra transparencia, se comunica de otra manera, y llega a otras generaciones que antes no querían saber nada con un banco, que no querían escuchar sobre finanzas. Todos tenemos que saber ahorrar, todos tienen que saber usar una tarjeta online sin ser víctimas de fraude, todos queremos suscribirnos a Netflix o a un diario. Esas cosas cada vez van a ser más necesarias y no podemos dejar a gente afuera por sus ingresos o por su edad. 

- ¿Cómo los agarró la llegada de la pandemia?

- Fue difícil convertirnos a 100% remoto, fue una adaptación. Sin embargo, nos abrió un montón de puertas porque nos rompió el esquema cerrado que teníamos de estar todos los días en la oficina. Teníamos un día en la semana de home office. Y ahora contratamos gente en muchísimas más provincias: hoy tenemos un hub de desarrollo en Rosario que es increíble. Lanzamos Ualá Bis que es nuestra parte dedicada a comercios, a los cobros, al posnet, link de pago, e increíblemente mucho de ese talento está en el interior. Empezamos la pandemia con 200 personas, la gran gran mayoría en Buenos Aires, y ahora estamos mucho más diversificados, expandidos, tanto nacional como internacionalmente. Poder decir que tengo gente en Córdoba, en Chaco, en Tierra del Fuego, gente en Santa Fé, me cambia el esquema mental y me da gente que tiene otras experiencias, otra vida, otra perspectiva, y eso hace a la empresa más fuerte, porque crea mejor producto. Eventualmente, queremos volver a la oficina, queremos tener esquemas más híbridos porque yo creo que también hay un buen rol para crear juntos en un espacio físico, pero antes estábamos cerrados a un tipo de talento que hoy ya podemos atraer.

En términos de producto la verdad que ha crecido un montón. Cada vez hay más pagos, estoy orgulloso que cada vez más la gente confía en Ualá, ya tenemos el segundo fondo común de inversión más grande del país que lanzamos hace 18 meses y tenemos a un millón de personas invirtiendo. La gente decía “noo, en argentina nadie quiere invertir en pesos”. Bueno, le damos un producto que es transparente, fácil y rápido, y la gente invierte. Obviamente sería mejor si la inflación no fuera tan alta, pero hoy por hoy la gente está invirtiendo. Antes tenía esa plata durmiendo en la cuenta de ahorro y hoy la invierte, y mañana compra un seguro. Lo mismo con los cobros: lo que ahora llamamos Ualá Bis, está creciendo muchísimo. Mucha gente nos pedía un link de pago o un aparatito para cobrar mucho más barato, y ahora lo podemos hacer en vivo, entonces, haces la venta y al momento tenés la plata completamente integrada en el ecosistema de Ualá con comisiones casi 40% más bajas de lo que existía hasta ese momento. Todo esto viene creciendo mucho durante la pandemia. 

- ¿A vos te parece que Argentina tiene la capacidad para masificar instrumentos de inversión, más allá del plazo fijo o comprar dólares?

- Si: ¿Cómo lograron los países de latinoamérica bajar la inflación al curso de 15 años? Esto no es sólo algo que hizo Brasil, lo hizo también Chile, Perú, Colombia, México. Acordate que en el 94 cuando Argentina estaba súper estable México era un desastre con la crisis del Tequila. 

En ese contexto, creo que tenemos que lograr que más argentinos inviertan y crean en el peso. Entonces, a medida que el Banco Central intenta bajar la inflación, algo necesario porque la inflación le pega más a los que menos tienen, creo que darle más instrumentos de ahorro en pesos a los argentinos nos ayuda a estabilizar la macroeconomía. Es necesario. Si la gente empieza a confiar en la moneda local, necesita maneras de expresar esa confianza. Pero, si le cobramos demasiado al usuario, no le damos acceso a los productos, y le decimos “bueno, andá a comprar dólares a la cueva”, después no nos podemos quejar de que la gente hace eso. 

La gente necesita ahorrar, tenemos que crear historia crediticia, y creo que instrumentos como el fondo común de inversión es el principio del camino. No hablo de cosas que no hemos lanzado pero es el principio del camino y no el final. Ahora que tenemos más de un millón de personas invirtiendo todos los meses entendemos mejor que hacer para servirlos mejor y estamos trabajando en eso.

- Justo señalaste el problema del crédito y recordé un intercambio en Twitter que tuviste sobre los cobros del servicio: ¿Cómo se maneja el equilibrio entre manejar el riesgo de impago para la empresa y las tasas elevadas de nuestra economía, con una nominalidad tan alta e ingresos bajos?

Fácil no es. La regulación del Banco Central obliga a que las fintech tengan el dinero 100% a la vista, entonces no podemos prestar el dinero de la gente. Eso me parece que es consistente con la regulación, entonces nuestro costo de fondeo es el del mercado, que hoy está entre el 40 y el 50%, por las expectativas tan altas de inflación. Tristemente es la realidad. 

Nosotros tenemos que basar nuestros productos en eso. Tenemos unas TNA (Tasa Nominal Anual) extremadamente competitivas y además somos por lejos el proveedor no bancario más barato del mercado. Para no meternos en esta discusión sobre números, lo mejor de Ualá es que es súper transparente. Yo siempre digo: los que pueden apostar a la transparencia es porque no tienen nada que esconder. Entonces vos podés ver en cualquier momento cuánto te cobramos, por qué te lo cobramos, te explicamos las tasas, tenemos un blog de educación financiera, tenemos vídeos en Youtube, y todo es completamente transparente. 

Además, compartimos nuestras bases con el Banco Central, con la central de deudores, porque queremos construir una historia crediticia que vaya más allá de Ualá. Yo confiaría en los que son transparentes y confiaría un poco menos en los que les encanta criticar pero no tienen alternativa y cuando tienen que prestar lo hacen escondidos, solamente para algunos, solamente en algunos lugares, solamente para algunos comercios y a tasas mucho mayores. Entonces, nosotros apostamos por la transparencia y la simpleza siempre y creemos que eso hace el mejor producto.

- El programa de capacitación de Ualá se llama Jedi Academy, ¿Te llevás bien con la cultura pop o es algo particular de Star Wars? 

Sí, somos re nerds. Es particular de Star Wars. Tenemos dos personas que lideran esa gran iniciativa que a mí me llena de orgullo, no voy a tomar el crédito porque mi laburo es contratar gente mejor que yo: Damián Camarasa es nuestro head de desarrollo que está en Ualá desde el día 0. A él se le ocurrió el nombre y a Abigail Rakower, la manager de capacitación, le encantó y entre los dos planearon esto, hicieron la primera y salió buenísima. Fue exclusivo para sumar mujeres a los equipos de tecnología, y conseguimos 10 grandes talentos y los entrenamos. Ahora estamos haciendo la versión 2 y la 3 de Ualá Jedi Academy. La tercera está 100% dedicada a iOS. Hay un montón de gente en Argentina que le encantaría codear en iOS, es una gran manera de tener una salida laboral, no solamente en Ualá sino también para el futuro. Estamos buscando jóvenes profesionales que se sumen y crean en la misión de Ualá, les vamos a enseñar todo y van a formar parte de revolucionar el sistema financiero.

- ¿La incursión en Esports es una decisión personal o solo de negocios?

Es una afinidad cultural. Yo siempre admiré al Mago Coria, ví lo que estaban haciendo cuando lanzaron New Pampas y lo que me gusta de Esports es que es una manera de ayudar a educar a los chicos. Si vos pensás que esports es solamente sentarte y jugar es porque no entendiste ese mundo. Está creciendo un montón, hay un montón de innovación, hay un montón de creatividad y especialmente este equipo que lidera el mago creo que tiene, como en el tenis, un aspecto, una misión social que es muy compatible con la que tiene Ualá. Entonces estamos haciendo cursos, capacitaciones, estamos ayudándolos a reclutar, y son todos chicos que aparte de jugar hacen otras cosas. Juegan competitivamente, aprenden a manejar sus finanzas y al mismo tiempo nos ayudan a que otros aprendan, a que otros pregunten, y de esa manera creemos que podemos hacer una alianza que va mucho más allá de lo comercial.

- Justo charlamos en un momento donde todo el mundo está hablando del Bitcoin y las criptomonedas. Es un sector que por ahí suele asociarse al tuyo por la tecnología y las finanzas. ¿Cuál es tu opinión sobre este mundo?

- Mi opinión es que hay un montón de innovación en las criptomonedas, es como el esports, un área que va a seguir creciendo, es increíble la velocidad de adopción y de crecimiento. Hace unos meses empecé a leer un poco más del tema como historiador, no como empresario. Me parece muy interesante muchas de las tendencias para descentralizar ciertos procesos financieros que son ineficientes y caros. Creo que hay un montón de potencialidad y siento que estamos como en 1975 con la internet. Recién dando los primeros pasos. Creo que hay criptomonedas que van a tener un futuro como reserva de valor digital, especialmente para las nuevas generaciones. No conozco a nadie menor de 30 que tenga o quiera comprar oro. Entonces creo que ciertas criptomonedas van a actuar así en el futuro y creo que también los Gobiernos se van a inspirar en muchas de las innovaciones descentralizadas y de las posibilidades de contratos inteligentes sobre las blockchain para poder innovar. Creo que va a ser parte de la arquitectura financiera internacional, pero todavía está en la infancia.