La Pachamama es la diosa femenina de la tierra y la fertilidad, una deidad concebida como la que nutre, protege y sustenta a los seres humanos.
En la mitología Inca, Pachamama es la diosa de la fertilidad que preside sobre la cosecha y la siembra. En su honor se realizan ofrendas en rituales agrícolas y ganaderos. Las principales ceremonias en honor a esta divinidad se realizan a principio del mes de agosto, más precisamente el 1 de agosto, el día que inician las cosechas.
En las provincias del Norte, como Jujuy y Salta se realizan ceremonias en dónde se le ofrenda a la Madre Tierra, todo tipo de comidas, bebidas y hojas de coca.
Los lugares donde la celebración tiene más trascendencia son: Purmamarca, Tumbaya, Valle Grande y la región de la Puna Jujeña.
El ritual del 1 de agosto consiste en enterrar una olla de barro con comida casera, junto a hojas de coca, alcohol, vino, cigarrillos y demás obsequios, para la Pachamama, la cuál asegurará una próspera cosecha y protección. La deidad homenajeada no es una divinidad creadora, sino protectora y proovedora.