La localidad de Epuyén vive unas jornadas de preocupación y tragedia con la muerte de cuatro personas y la infección de más de 80 por el hantavirus, enfermedad transmitida por los ratones salvajes a partir de su sangre, orina y heces, y que se transmite a los humanos a través del aire.

A más de 1500 kilómetros de aquella ciudad, surge la posibilidad de que en la provincia de Entre Ríos se pueda haber generado un segundo brote, luego de las muertes confirmadas de dos menores de 10 y 13 años, en Nogoyá, y la afección de otros cinco niños que se encuentran en cuidados intensivos, en la capital.

El director del hospital materno-infantil San Roque de Paraná Marcelo Itharte, explicó que "cuatro pacientes, los ingresos del miércoles y la niña de 9 años ingresada el jueves se encuentran de buen ánimo, buena tolerancia oral con nutrición y alimentación adecuada, todos con menos requerimientos de venoclisis".

Por otro lado, Diego Garcilazo, director de Epidemiología de Entre Ríos, dijo que hasta que no se tengan los resultados de las muestras de tejidos, de sangre, materia fecal y líquido encefalorraquídeo enviados al Hospital Malbrán, y al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Coni, no se puede confirmar de qué enfermedad se trata, aunque señaló que el hantavirus "está dentro de las posibilidades".

"Todos tienen distintos diagnósticos, por lo que no podemos decir que todos los casos se asocian unos a otros, ni tampoco con las muertes ocurridas en Nogoyá. Ha habido diagnósticos de distintas características" remarcó al respecto de la situación en Entre Ríos.