Buscando controlar la nueva ola de Covid-19 en toda la Federación Rusa pero concentrada en la capital y que provocó un nuevo récord de contagios y de muertes es que la ciudad de Moscú anunció un cierre de 11 días 

"En las últimas 24 horas en Rusia se han confirmado 36.339 casos de infección por el nuevo coronavirus en las 85 regiones", precisó en un comunicado el centro operativo nacional para la lucha contra el coronavirus.

Al respecto, se detalló que la mayoría de los nuevos positivos fueron detectados en la capital, Moscú (7.897), en San Petersburgo (3.280) y en la provincia de Moscú (2.318).

Hace varias semanas que el país afronta un espiral ascendente de contagios y muertes que las autoridades atribuyen a la baja tasa de vacunación. De momento solo el 32.9% de la población completó su esquema de vacunación. 

Frente a este escenario, el Gobierno anunció en los últimos días que pondrá en práctica el pasaporte sanitario junto con un refuerzo del teletrabajo.

El presidente Vladimir Putin ordenó una semana no laborable a principios de noviembre en toda Rusia. En Moscú, en tanto, la Alcaldía ordenó hoy que la mayor parte de las empresas suspendan su actividad del 28 de octubre al 7 de noviembre.

Quedarán exentos de esta normativa los lugares de "venta de medicamentos, productos de alimentación y de primera necesidad", según comentó el jefe de Gobierno de la capital, Serguei Sobianin.

"La experiencia nos muestra que los días no laborables son la manera más eficaz de hacer que bajen el número de casos y de decesos, pues permiten romper en poco tiempo un máximo de cadenas de contagios", explicó Sobianin.

Durante esos 11 días, los teatros y museos podrán seguir funcionando con un aforo del 50%, siempre y cuando los visitantes tengan pasaporte sanitario.

Además, a partir del 8 de noviembre el pase sanitario será obligatorio para asistir a todos los acontecimientos de más de 500 personas en Moscú.

En total, más de 8 millones de personas se contagiaron de coronavirus desde el inicio de la enfermedad, en tanto, 227.000 personas murieron desde el inicio de la pandemia.