Diana Frances Spencer tuvo una vida difícil y sin suerte en el amor. Se desvivió por hacer felices a sus dos hijos. Fue amada por Inglaterra y humillada por la Familia Real. Se ganó la simpatía de todos cuando su marido, el Príncipe de Gales, la engañó con Camilla Parker Bowles, dejándola sumida en una tristeza que acompañaría a sus ojos a partir de ese momento.

La mañana del 31 de agosto de 1997 llegó la noticia de la trágica muerte de Diana de Gales justo cuando recuperaba la felicidad al lado del multimillonario Dodi Al Fayed, de quien se había enamorado semanas antes y con quien estaba viviendo su verano más especial.

Un accidente automovilístico terminó con la vida de los enamorados y, desde entonces no son pocas las voces que aseguran que se trató de una conspiración para acabar con la madre de Enrique y Guillermo de Inglaterra, que tantos quebraderos causaba a la Corona Británica desde su divorcio del Príncipe Carlos.

Diana y su novio huían de los paparazzi cuando la medianoche del 30 de agosto de 1997 sufrieron un fatal siniestro a causa del exceso de velocidad en el Túnel de L'Alma, en París. Tres horas después, Lady Di falleció.

25 años después, sus hijos, que eran tan sólo unos niños cuando Diana falleció, han crecido. Guillermo, casado con Kate Middleton, representa a Inglaterra de modo intachable como heredero a la Corona.

Mientras que Enrique ha optado por la libertad y tras su matrimonio con la actriz Megan Markle y el nacimiento de sus  hijos, ha renunciado a sus títulos reales y se ha ido a vivir con su familia a Estados Unidos.