Joaquín Cordovero, bajo su apodo artístico Seven Kayne, supo convertirse en uno de los nombres más importantes y populares del trap nacional. De la plaza a los grandes escenarios y de los grandes escenarios al sillón de Caja Negra, el ciclo de entrevistas de Filo.News conducido por Julio Leiva.

Pero, ¿por qué "Seven Kayne"? Así lo explica: "Es el día que cumple años mi viejo, pero el día siete me eligió él más a mí que yo a él. Me había quedado una carta de póker que era el 7 de diamantes, no sé por qué la agarré y la guardé en mi billetera. Eso también me daba una seguridad en el momento que se me ocurrió ponerme Seven y dije ‘está pasando’. Después vino el ‘Kayne’ un tiempo después".

Con su a.k.a. artístico, emprendió un camino musical repleto de buenos momentos y que no parece tener un final claro. Pero sí un objetivo: "En mi música estoy buscando romper con el estereotipo de que el cantante es perfecto o detrás de la música le va bárbaro. Pasa de todo, todos lo sabemos, más los que estamos adentro del mundo y es buscar mostrar eso con la música".

"Mi música es como parte del ciclo de combatir los demonios. Me despierto y medito, pero a la noche necesito estar grabando y descargando todo lo que ya bajé a palabras en tal meditación. Es buscar descargarme para llegar al equilibrio, aunque sé que el equilibrio no se enseña mucho, no se aprende mucho de él, así que también estoy contento cuando estoy desequilibrado. No espero estar equilibrado para estar feliz, sino que acepto que no es sí o sí el equilibrio donde más se aprende y busco eso, estar en constante crecimiento", confiesa.

Sobre la meditación, Seven Kayne dice: "Creo que meditar es necesario, no importa la edad, deberíamos hacerlo todos. Hace muy bien, más que nada para el que se adentra en el mundo y confía en que eso lo puede ayudar y que hay una búsqueda detrás de eso, no solamente sentarse y decir ‘medité’".

Su relación con la meditación viene del dibujo animado Avatar: La leyenda de Aang, que "se basa en el chi, la energía, el personaje medita". "Desde chico estuvo en mí esa idea y ganas de adentrarme en ese mundo y este año, con el tiempo que la cuarentena me brindó, estuve encerrado y era poder todos los días meditar 20 minutos y eso me ayudó a controlar, ordenar, dominar mi cerebro y ver cosas que no era consciente".

Al terminar el secundario, Joaquín tuvo que verse obligado a elegir alguna carrera universitaria, pero ninguna lo convencía. Su gran pasión siempre fueron los videojuegos, siendo el que más empeño le puso el League of Legends.

"La última vez que jugué había llegado a la liga profesional, a diamante en una semana desde que había arrancado, que era mucho porque había arrancado desde arriba. Tenía 15 años y estaba tomando energizante y jugando toda la noche, era esa. Un verano se fueron todos mis amigos a la costa, no me quedó ni uno y yo no podía irme a ningún lado, no me quedaba nada para hacer y me puse en serio para ser profesional y me pasó: llegué a diamante, que es una de las ligas más altas y lo dejé de un día para el otro. Tuve como una visión de decir ‘¿esto es lo que quiero en serio? ¿quiero estar atrás de la compu todos los días?’.

Lo re respeto, me encanta ese sueño, todo piola, pero tuve esa visión y me parece que hay algo más y se me fueron las ganas, cosa que nunca me había pasado. Nunca.

Fue otra cosa, algo que conoció en el secundario, lo que a Joaquín le llamó mucho más la atención: las batallas de freestyle.

"El flow que tenía Shecka, porque la rompía en su momento, me encantó, y después los punchline de Dtoke, era una combinación tremenda y al mismo tiempo parecía muy real, no parecía un espectáculo, no era un circo. Eso me enganchó y al otro día fui al colegio y se lo mostré a mi compañero de banco y me dice ‘está buenísimo, todo bien las batallas de escenario, pero las de plaza son la posta’, así me dijo".

"Mi amigo encima es todo calladito, no habla con nadie. Me muestra Alejo MKS contra Midel Frijo. Batallón histórico y en ese segundo que veo eso, me vuelvo fanático de ellos y veo un poco más, me vuelvo fanático de Duki y hasta ahí, esos tres eran más o menos los que tenía yo como ejemplos a seguir, referentes, eran ídolos fuertes. Empecé a seguir lo que hacían ellos y empecé a aprender lo que hacían ellos. A partir de eso, era mi único objetivo", explica.

Con la música, Seven Kayne encontró otro espacio de descargo aparte de la meditación: "No toda la música que hago es la que estoy sacando todo el tiempo, entonces hago mucha música para descargarme, estoy todo el día encerrado ahí, porque es donde encontré un mundo. En su momento, cuando era chico, me pasaba que cuando tenía que descargar, buscaba la canción que hablaba de eso y de ese feeling, pero ahora que hago mi propia música estoy buscando eso, transmitir y poder llegar a la gente así, como me pasaba a mí, descargar como sé que estaba descargando esa persona que yo escuchaba".

¿Su máximo sueño? "La vida amorosa, la vida espiritual, la vida del trabajo, es una vida. Al final me gusta reducirlo a eso y darme cuenta que está todo conectado y que tengo que hacer que todo se lleve bien con todo, para estar más equilibrado. El sueño es eso, poder hacer lo que me gusta y si un día me gusta hacer música y tengo ganas de hacer un álbum, dedico el tiempo que me lleve a desarrollarlo tanto como me guste".

"Es mi próximo paso, estoy con el álbum ahí ya queriendo marcar mi camino. Mi primer álbum siento que es algo, es un checkpoint en mi carrera. Le estoy dedicando un amor tremendo, mucho tiempo, mucha dedicación al sonido. Las letras fueron bien improvisadas y amor a mantener eso. Toda la parte que estuve craneando toda la parte del sonido y lo visual como video, ya estoy pensando la visual atrás del show y lo que quiero hacer arriba del escenario".

Sin embargo, Seven Kayne afirma que la música puede no ser su su oficio de por vida: "Al mismo tiempo, si digo que quiero aflojar y ponerme a jugar, también poder compartirlo, porque desde chico que soy un viewer y usuario de Twitch y de la comunidad y de Coscu. La música de los videojuegos viene de que yo jugaba mucho al LoL y todos los años viene el mundial. Mi banda favorita es Imagine Dragons porque los vi tocar en el mundial de LoL. El sueño terminó virando a como ellos estuvieron ahí, yo quiero estar ahí, corta".

Hacia el final de la entrevista se abre la caja. Comienza un  desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?