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Video: Curas Millennials, cómo se forman y qué piensan los futuros sacerdotes

La iglesia católica enfrenta una crisis vocacional en todo el mundo. En Argentina la cantidad de seminaristas se redujo casi a la mitad en los últimos 15 años. Filo.News estuvo en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires y te cuenta las historias de los millennials que hoy eligen ser curas.

Video: Curas Millennials, cómo se forman y qué piensan los futuros sacerdotes

Uno es hincha fanático de Boca y el responsable de organizar los partidos de los miércoles en la cancha del Seminario. El otro es de River y, a viva voz, aclara que celebra el presente del equipo dirigido por Marcelo Gallardo. Comparten largas horas de estudio y conversaciones profundas en las que imaginan la iglesia del futuro, esa que los tendrá como protagonistas.

Lucas Antognazza acaba de cumplir 23 años. Ignacio Leggieri tiene 25. Ingresaron juntos al Seminario Metropolitano hace unos años y defienden con vehemencia su decisión. “Como joven, las estructuras me dan miedo, las instituciones son el gran enemigo nuestro, pero también descubrí que yo quiero estar acá”, dice el más joven.

“Yo me tomé un tiempo, entré de muy chico, cuando terminé la secundaria; así, muy idealista y combativo y así me recibieron en el Seminario. Y después me tomé un tiempo y salí”, cuenta Lucas, oriundo de San Martín.

Ignacio estudió Abogacía pero se dio cuenta de que no era lo que quería hacer realmente. “Esa pregunta siguió picando en los primeros años que estaba en la Facultad. Cada vez se hacía más fuerte ese interrogante, entonces empecé a rezar mucho más”, explica sobre el proceso interno que lo llevó a seguir su “verdadera vocación”.

El seminarista, criado en el barrio porteño de Flores, cuenta que sus amigos le hacen muchas preguntas. “Que si tengo que pedir permiso para todo, cómo hago para renunciar a un proyecto de familia con una mujer, si puedo ir a un boliche”.

“A un boliche ya no me interesa ir”, asegura Ignacio y agrega: “Me resultaría raro un Seminarista de joda”.

70 seminaristas se forman actualmente en la arquidiócesis porteña

El Seminario Metropolitano "Inmaculada Concepción" de Buenos Aires está ubicado en el barrio de Villa Devoto. Funciona allí desde 1899. Es el lugar donde comenzó su formación sacerdotal Jorge Bergoglio, en 1956. El Papa Argentino estudió ahí durante dos años y después se mudó junto a la congregación de los Franciscanos a la Compañía de Jesús, en Chile.

Hoy, una de las primeras imágenes que uno observa al ingresar al imponente edificio, por el acceso de la calle Cubas al 3500, es un cuadro con el rostro sonriente de Francisco.

Al nuestro alguien lo definió como un Seminario industrial: entraba una cantidad y salía una cantidad muy grande de sacerdotes”, explica Julio Miranda, rector del Metropolitano, egresado de esa institución y también graduado como licenciado en Administración de Empresas.

  • 70 seminaristas hay actualmente en el Seminario Metropolitano.
  • 9 sacerdotes se ordenaron este año en Buenos Aires.

"Para nosotros es un número bajo por las necesidades que hay en Buenos Aires", admite el Rector, pero aclara: "No podemos decir que estemos desesperados o al borde la quiebra ni mucho menos". 

Ceremonia de ordenación. Fue el 3 de noviembre en la Parroquia San Benito

Los días en el imponente edificio del seminario comienzan bien temprano. A las 7 se hace una misa y después será el momento de las clases, en la Facultad de Teología de la Universidad Católica que funciona en el mismo predio. En las aulas, donde dominan las horas cátedra de griego, latín y filosofía, los futuros sacerdotes interactúan con varias alumnas mujeres y algunos otros estudiantes que llegan desde el exterior.

Al mediodía todos los seminaristas se reencuentran para el almuerzo en un amplio comedor y después, por la tarde, reparten su tiempo entre estudio y actividades en parroquias y hospitales.

“Permanentemente hay cambios en el plan de estudio, lo que ocurre es que son mínimos”, admite Miranda. “La diferencia es que ahora el trato es mucho más personalizado, adecuado a la situación de cada uno de los seminaristas”.

Uno de los pasillos del Seminario Metropolitano de Devoto

Cuando pueden, algunos se refugian en las redes sociales desde sus teléfonos celulares. Si, los curas millennials tienen sus perfiles en las redes. “Tengo Whatsapp, Facebook, todavía no me hice Instagram pero acá en el Seminario yo creo que debo ser el único que todavía no tiene Instagram. Pero si, es un modo de mostrar nuestra vida y que no hay nada extraño, sino que somos jóvenes que tomamos un compromiso serio para con Jesús, pero seguimos teniendo los hábitos normales”, grafica Ignacio.

"¿Cómo me imagino?", pregunta y se responde Lucas ante nuestra consulta. "Me imagino en un cumpleaños, celebrando misa y hablando de Jesús, que es lo que me apasiona. Y jugando al fútbol", completa y sonríe.

Ignacio, de a ratos, también se piensa ya ordenado como cura. "Cuando sea sacerdote, si Dios quiere, en unos años, a mí me gustaría estar en una parroquia de barrio", se ilusiona.


 

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