La movilidad eléctrica es el camino de la industria automotriz, pero este tipo de vehículos exigen bastante tiempo para recargar sus baterías. Por eso, un grupo de investigadores presentó una solución que resulta más rápida.

Hace algunos meses, Tesla diseñó un sistema para que los usuarios puedan entretenerse con Netflix, YouTube o videojuegos mientras aguardan que la batería se cargue y así poder seguir desplazándose.

La solución de estos investigadores de la Universidad de Pensilvania no pasa por la recreación, sino que trabajaron en mejorar el sistema actual creando una batería que permite conseguir más de 300 kilómetros de autonomía en solo 10 minutos de carga.

Se trata de un nuevo concepto de batería de iones de lito que tiene como principal objetivo conseguir una alta velocidad de carga, sin afectar su vida útil.

Están capacitadas para recibir 400 kilovatios de energía, algo que los autos eléctricos actuales no permiten porque se dañan las baterías formando litio alrededor del ánodo. A esto se lo conoce como enchapado con litio.

Si bien las baterías se cargan y descargan a la misma temperatura, los investigadores descubrieron que se puede evitar el problema del recubrimiento de litio. Se debe recargar a una temperatura elevada durante unos 60 minutos y luego descargar en frio.

Para conseguir el calentamiento rápido crearon una estructura de níquel que se precalienta en menos de 30 segundos. La batería se calienta a una temperatura uniforme sosteniendo el proceso de carga rápido durante unos 1.700 ciclos sin perjudicar su rendimiento.

El próximo objetivo de estos investigadores, con la experiencia acumulada en este nuevo sistema, es crear una batería de alta densidad energética que se cargue en cinco minutos.

Actualmente las baterías pueden conseguir una carga del 80% en 30 minutos. En modo semirápido tardan aproximadamente 4 horas, mientras que en la opción superlenta pueden llegar a demorar hasta 12 horas.