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Ciencia

Autoanticuerpos, involucrados en casi una quinta parte de las muertes por Covid

Un nuevo estudio internacional revela unas proteínas "erróneas" que están involucradas en las muertes por Covid-19 y encuentra que su prevalencia aumenta con la edad.

Autoanticuerpos, involucrados en casi una quinta parte de las muertes por Covid

De acuerdo a un gran estudio internacional, los anticuerpos "erróneos" que se vuelven contra nuestras propias defensas inmunitarias son, en algunas personas, un factor clave cuando se trata de enfermedad grave y muerte después de la infección por SARS-CoV-2.

Se trata de los llamados autoanticuerpos que, según los hallazgos publicados en Science Immunology, también están presentes en una pequeña proporción de personas sanas y no infectadas, y su prevalencia aumenta con la edad, lo que puede ayudar a explicar por qué las personas mayores tienen un mayor riesgo de sufrir COVID-19 grave.

El equipo estudió a 3.595 pacientes con Covid-19 crítico (es decir, lo suficientemente enfermos como para ser ingresados en una unidad de cuidados intensivos) y encontraron que el 13,6% de ellos poseían autoanticuerpos

Según explican, estos autoanticuerpos atacan y bloquean los interferones humanos tipo I (IFN), unas proteínas en la sangre que tienen un papel fundamental en la lucha contra las infecciones virales, provocando que el sistema inmunitario tenga menos capacidad de defensa.

Pero la proporción oscilaba con la edad: entre los menores de 40 años el porcentaje era del 9,6%; mientras que entre los mayores de 80el 20% tenía anticuerpos contra los IFN. Además, los autoanticuerpos también estaban presentes en el 18% de las personas que habían fallecido a causa de la enfermedad.

Los autores sospechaban que eran la causa, más que la consecuencia, de enfermar gravemente. Habían encontrado previamente, por un lado, que los autoanticuerpos estaban presentes en alrededor de 4 de cada 1.000 personas sanas cuyas muestras se habían recolectado antes de la pandemia. Por otro, que las personas con mutaciones genéticas que interrumpen la actividad de los IFN tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades potencialmente mortales.

El nuevo estudio muestra una mayor frecuencia de autoanticuerpos en personas de edad avanzada y aporta evidencias de que dichos autoanticuerpos existían ya antes de la infección.

De hecho, analizando una colección enorme de muestras de sangre tomadas antes de la pandemia de casi 35.000 personas sanas encontraron que el 0,18% de las personas entre 18 y 69 tenían autoanticuerpos existentes contra los interferones humanos tipo I, y que esta proporción aumentaba con la edad: estaban presentes en alrededor del 1,1% de las personas de 70 a 79 años y en el 3,4% de las personas mayores de 80. Una muestra de más de 30.000 personas es "demasiado grande para ignorarla", enfatizan. "Simplemente muestra que esto es algo en lo que debemos pensar".

"Con la edad se incrementa el número de anticuerpos 'erróneos' que bloquean la respuesta inmune mediada por la vía de los IFN, por lo que estos pacientes no pueden hacer frente a la infección por SARS-CoV-2. De hecho, tener estos autoanticuerpos podría ser un indicador de mal pronóstico frente a la COVID", sostiene una de las autoras, Anna Planas, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC).

Por su parte, el inmunólogo y también autor, Jean-Laurent Casanova, de la Universidad Rockefeller en Estados Unidos, sugiere que los hospitales deberían chequear a los pacientes para detectar estos autoanticuerpos (así como las mutaciones implicadas en el bloqueo de los IFN) con el objetivo de identificar a las personas que tienen más probabilidades de enfermarse gravemente y ayudar a los médicos a adaptar su tratamiento de manera adecuada.

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