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Ciencia

¿De qué se trata la esquizofrenia?

Desde Filo.News hablamos con el psiquiatra Pedro Gargoloff sobre este trastorno del sistema nervioso central afecta la forma en que una persona piensa, siente, interpreta su entorno y se comporta. ¿Cómo se manifiesta? ¿Es para toda la vida? ¿Son las personas que la padecen violentas o peligrosas?

¿De qué se trata la esquizofrenia?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la esquizofrenia, un trastorno mental grave caracterizado por una importante deficiencia en la forma en que se percibe la realidad y por cambios de comportamiento, incide a escala mundial a aproximadamente 24 millones de personas (1 de cada 300 personas) sin distinción de raza, sexo, religión nivel socioeconómico o cultural. En Argentina, se estima que en el año 2021 alrededor de 450.000 personas padecieron la enfermedad.

Para entender un poco más sobre esta enfermedad, desde Filo.News hablamos con el Dr. Pedro Gargoloff, psiquiatra y miembro asesor de la Asociación de Ayuda de Familiares de Personas que padecen Esquizofrenia (AAFE), sobre este trastorno del sistema nervioso central afecta la forma en que una persona piensa, siente, interpreta su entorno y se comporta. ¿Cómo se manifiesta? ¿Es para toda la vida? ¿Son las personas que la padecen violentas o peligrosas?

La esquizofrenia suele manifestarse como escucha de voces irreales que solamente el paciente percibe, tener sensaciones extrañas en su mente y en su cuerpo, estar convencidos de que otras personas pueden leer y controlar sus pensamientos, o que están tratando de perjudicarlos o hacerles daño. Asimismo, muestran un lenguaje y comportamiento inusuales y desorganizados.

"Todas estas manifestaciones suelen ocurrir con mayor intensidad durante los episodios de recaídas dado que durante los periodos de control activo de la enfermedad, gran parte de tales señales se encuentran ausentes y no se ve afectado el desempeño corriente del paciente. El síntoma que puede persistir, fuera de los periodos de recaída, es no reconocer que están enfermos y requieren un tratamiento", señala el especialista.

Y agrega: "El trastorno está presente en todo el mundo y tanto hombres como mujeres manifiestan el mismo riesgo de desarrollar el trastorno. Igualmente, tiende a declararse en los hombres entre los 16 y los 25 años, y la mayoría de las mujeres comienza a percibir síntomas entre los 25 y los 30 años".

En cuanto a los niños, explica que los síntomas suelen ser similares a los de los adultos y usualmente experimentan alucinaciones auditivas. Sin embargo, no experimentan delirios o trastornos de pensamiento formal sino hasta la mitad de la adolescencia o posterior. Por lo tanto, si bien la esquizofrenia infantil es parecida a la que padecen los adultos, al generarse en una edad temprana, implica desafíos en torno al diagnóstico, tratamiento y el desarrollo emocional y social del niño. Se considera que es de inicio temprano cuando comienza antes de los 18 años y la aparición en niños menores de 13 años es atípica.

Actualmente no se dispone de pruebas o estudios para poder diagnosticar con certeza que una persona padece el trastorno: ni de laboratorio, de imágenes como TAC (Tomografía Axial Computada) o RMN (Resonancia magnética nuclear), electroencefalogramas, genéticos u otros métodos.

"Si bien existen importantes avances en el estudio del cerebro y sus manifestaciones, aún hoy son parciales y no concluyentes, por lo que no se emplean ni se recomienda su uso rutinario en la práctica clínica. Por tal motivo, el diagnóstico de esquizofrenia continúa llevándose a cabo mediante entrevistas con el paciente y sus familiares, evaluando las manifestaciones o síntomas y su evolución a lo largo del tiempo", detalla Gargoloff. 

En cuanto a la prolongación del trastorno en la vida de un paciente, la esquizofrenia puede tener diversas evoluciones, entre ellas la remisión total, pero también puede progresar a largo plazo con remisiones y exacerbaciones periódicas. Habiéndose iniciado en la adolescencia o en la etapa de adulto joven, persiste durante toda su vida en 4 de cada 5 personas que lo padecen. No obstante, actualmente se conoce sobre las distintas opciones del tratamiento para las personas que padecen esquizofrenia, a fin de poder mejorar su desempeño social y su calidad de vida.

Aunque es posible que las personas con esquizofrenia tengan que enfrentar estas manifestaciones de la enfermedad toda su vida, el Dr. Gargoloff sostiene que el tratamiento integral y oportuno ayuda a que muchos de ellos se recuperen lo suficiente y así logren desarrollar una vida autónoma y satisfacer sus metas en la vida personal, familiar, laboral y social. Cuanto más precoz sea el inicio del tratamiento, este será más efectivo. Según el caso del paciente, el tratamiento incluye psicofármacos, terapias psicosociales y psicoeducación familiar.

No obstante, se calcula que más de la mitad de las personas que padecen esquizofrenia no reciben tratamiento ya sea porque desconocen que sus síntomas pueden llegar a ser una enfermedad o porque, por alguna causa, han abandonado su tratamiento o directamente no tienen acceso a él. Por tal motivo, es importante también informar al seno familiar del individuo que pueda padecer o que padezca esquizofrenia, a fin de contribuir ayudando al ser querido con su diagnóstico y el control de sus síntomas.

Por otro lado, el psiquiatra menciona que si bien la esquizofrenia tiene un fuerte componente genético, con una heredabilidad de alrededor del 80%, también existe una gama muy significativa de exposiciones ambientales y de factores estresantes que se implican en el primer episodio psicótico.

Esta hipótesis dirige la atención hacia factores de riesgo que afectan el desarrollo del sistema nervioso durante el embarazo y el parto (estrés, infecciones, problemas inmunológicos y deficiencias nutricionales maternas, complicaciones del embarazo y del parto), como en la vida de estas personas ya vulnerables al nacer por factores socioeconómicos, traumatismos, situaciones adversas y privaciones en la infancia, situaciones de estrés, consumo de cannabis en la adolescencia. 

Así planteada, la esquizofrenia podría concebirse como las alteraciones en el cerebro en desarrollo inducidas por las interacciones entre la genética y el ambiente, con el estrés como factor de riesgo para explicar no sólo en el inicio sino también el agravamiento de la evolución e incluso en la aparición de las recaídas.

Finalmente enfatiza, en relación los mitos que asocian la esquizofrenia con el riesgo de violencia y peligrosidad, que la mayoría de las personas que la padecen no son violentas ni peligrosas. En caso de presentar conductas violentas suelen ser breves, de severidad leve o moderada y sin riesgo para terceros. La probabilidad de ocurrencia de violencia es mucho mayor cuando la persona no está tratada, siendo prácticamente inexistentes los casos de lesiones graves a terceros provocadas por pacientes que reciben un adecuado tratamiento y seguimiento por el equipo de salud mental.

"Las personas con esquizofrenia son mucho más propensas que las personas sin esta enfermedad a ser víctimas de la violencia por parte de terceros que a ser perpetradores de violencia. Esto es así porque existe mucho estigma y discriminación alrededor de la enfermedad. Quienes no comprenden sobre el trastorno, suelen interpretar a los pacientes como violentos, peligrosos, impredecibles e improductivos cuando la realidad es distinta", puntualiza.


 

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