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Ciencia

Médicos alertan de las consecuencias del déficit de vitamina B12 en lactantes

La deficiencia de vitamina B12 es una de las complicaciones más graves del vegetarianismo: los lactantes hijos de madres veganas tienen mayor riesgo de deficiencia grave y son más lábiles ante sus efectos.

Médicos alertan de las consecuencias del déficit de vitamina B12 en lactantes

El Hospital de Niños Juan P. Garrahan registró en los últimos años un rápido aumento de los casos de lactantes que llegan a la institución con síntomas neurológicos graves, como convulsiones, apneas centrales (un trastorno de la respiración durante el sueño), movimientos involuntarios a modo de sacudidas, alteraciones de la deglución, pérdida de pautas madurativas, de la fijación de la mirada y de la conexión con el medio.

Al realizarles a estos niños estudios por imágenes se observó también atrofia cerebral grave y tras conversar con las familias y realizar estudios de laboratorio, los médicos identificaron una seria deficiencia de vitamina B12 como el origen de estas manifestaciones, debida al tipo de alimentación de las madres: todas ellas eran veganas o vegetarianas.

La preocupante tendencia llevó al doctor Juan Augusto Aguirre, médico de planta del Hospital Garrahan y especialista en Medicina Interna, y a sus colegas a realizar un trabajo, publicado en la revista Archivos Argentinos de Pediatría, en el que documentaron los casos ocurridos entre 2016 y 2018.

"Nuestro propósito es alertar a los obstetras y a los pediatras sobre la necesidad de suplir a las madres veganas desde antes de la concepción y destacar la importancia de considerar el déficit de B12 como diagnóstico diferencial en los niños pequeños con enfermedad neurológica", explicó Aguirre, quien detalló que esta deficiencia pasó desapercibida hasta el momento en que los niños sufrieron las complicaciones, en torno a los 8 meses de vida, pese a que todas las mujeres habían tenido seguimiento obstétrico.

"Fueron casos graves: llegaron con convulsiones y otros con pérdida de las pautas madurativas. Los padres vieron que su bebé dejó de seguirlos con la mirada, dejó de sentarse, dejó de tomar el pecho”, relató el médico, que advirtió que si bien luego del tratamiento lograron revertir el cuadro, ahora se está estudiando si el déficit de este nutriente en un momento tan crucial del desarrollo humano como es el primer año de vida puede producir consecuencias a futuro.

Consultado sobre el vínculo entre la deficiencia de vitamina B12 y la alimentación vegana, Aguirre detalló que las principales fuentes de esta vitamina esencial son la carne vacuna, la leche, la yema del huevo, las víceras de pollo y las aves, todos ellos alimentos que no se incluyen en esta clase de dietas.

"La B12 se encuentra en productos animales, no de origen vegetal, salvo que estén enriquecidos. Por eso, la población vegetariana tiene limitadas fuentes de B12", subrayó el autor del trabajo, quien añadió que "las legumbres poseen escasa cantidad de esta vitamina con baja absorción" y que "aunque los veganos tienen mayor riesgo de deficiencia de B12, vimos que personas que no tienen hábitos veganos ni vegetarianos si por alguna razón consumen menos de una vez por semana estos alimentos, también van a tener compromiso aunque no tan severo, pero lo tendrán".

Al momento de comparar los distintos alimentos fuente de vitamina B12 y la biodisponibilidad que presenta en cada uno de ellos (es decir, la velocidad y cantidad con la que dicho nutriente, o parte de éste, es absorbido y se hace disponible en el organismo), Aguirre apuntó: "Nosotros vimos que la carne vacuna es el alimento en el que más vamos a encontrar vitamina B12. Observamos que consumiendo por lo menos dos veces por semana carne, se cubren los requerimientos mínimos para alcanzar los valores normales de B12".

En la Argentina se estima que entre el 1 y 2 % de la población es vegana, según la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) y, en la población vegetariana, la deficiencia de B12 afecta al 62 % de las embarazadas, al 25-86 % de los niños y al 21-41 % de los adolescentes.

Respecto de lo que las familias deben saber para evitar estos desenlaces en sus hijos, Aguirre sostuvo que "lo ideal sería poder dar una consejería nutricional desde antes del embarazo, al momento de planificarlo".

"Lo que les decimos a las mamás es que esta vitamina no hay forma de obtenerla si no es a través del consumo. Si ese consumo no se da a través de la dieta tienen que tener un seguimiento firme con el obstetra, con el pediatra y un nutricionista. Y, en caso de que fuera necesario, suplementarse", puntualizó, para luego enfatizar: "Les explicamos que las consecuencias pueden ser irreversibles para los chicos. No lo sabemos, lo estamos estudiando".

Asimismo, Aguirre hizo hincapié en que estas advertencias sobre lo que podría pasarles a los niños no están basadas en opiniones sino en hechos. "Les contamos lo que vimos nosotros en el hospital: llegaron chicos convulsivando, con pérdida de la visión, con atrofia de los ojos, con nistagmus (un movimiento ocular continuo, sin poder fijar la vista) y que la única causa de todo eso fue el déficit de la vitamina B12. Y que reponiéndoselo y dándoselo, mejoraron completamente”.

Para concluir, el profesional subrayó que este compromiso neurológico grave por deficiencia de B12 es una patología evitable. Por eso, invitó a reflexionar que no es aconsejable limitarse a pensar en la dieta de uno, sino en que va a traer una vida al mundo y que las consecuencias de la alimentación durante el embarazo y primer año de vida del bebé podrían llegar a no tener reparación.

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