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Ciencia

Niños vegetarianos, ¿niños sanos?

La prevalencia del vegetarianismo aumenta a nivel mundial, pero ¿es adecuada durante la infancia? 

Niños vegetarianos, ¿niños sanos?

En la actualidad son cada vez más las personas que adoptan un tipo de alimentación distinta a la omnívora. En este sentido, es imprescindible que quienes deciden cambiar la dieta habitual de sus hijos, ya sea por motivaciones —entre otras— éticofilosóficas (no aceptar el sacrificio o la captura de animales) o ecológicas (impacto ambiental de la producción de carne), conozcan los riesgos y las ventajas de la alimentación escogida

En nuestro país, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) explica que las dietas vegetarianas pueden realizarse siempre que sean planificadas por especialistas y con la inclusión de una amplia variedad de alimentos vegetales y fortificados, además del suplemento adecuado indicado en cada etapa. Por otro lado, aún continuán las investigaciones que buscan aclarar las dudas a este respecto y ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Pediatrics ofrece nuevos factores a considerar.

"Durante los últimos 20 años, hemos visto una creciente popularidad de las dietas basadas en plantas y un entorno alimentario cambiante con más acceso a alternativas basadas en plantas; sin embargo, no hemos visto investigaciones sobre los resultados nutricionales de los niños que siguen dietas vegetarianas", dijo. el Dr. Jonathon Maguire, autor principal del estudio.

Dirigido por investigadores del St. Michael's Hospital of Unity Health Toronto, este trabajo siguió a casi 9.000 niños canadienses de entre seis meses y ocho años durante un promedio de tres años y encontró que aquellos con dieta vegetariana tenían medidas similares de crecimiento y nutrición que los que comen carne. Esto incluía tanto sus índices de masa corporal (medida que se utiliza conocer si un niño tiene el peso apropiado para su altura) como sus niveles de hierro, vitamina D, trigliceridos y colesterol, que fueron similares en ambos grupos.

Por otro lado, también encontró que los que llevaban una dieta vegetariana tenían casi el doble de probabilidades de tener un peso inferior al normal. El bajo peso, señalan los autores, puede ser una señal de que la dieta no satisface las necesidades nutricionales para un crecimiento normal y, a este respecto, enfatizan la necesidad de planificar adecuadamente la alimentación de los niños vegetarianos, así como también de contar con ayuda médice para dar seguimiento al crecimiento y nutrición de los mismos.

Sin embargo, una limitación del estudio es que los detalles específicos sobre la calidad de la dieta no estaban disponibles. El Comité de Nutrición de la SAP, por ejemplo, describe distintas modalidades de dietas vegetarianas que incluyen, entre otras, la dieta lacto-ovo-vegetariana, lacto-vegetariana y la ovo-vegetariana (en las que se excluyen todo tipo de carnes rojas y
blancas pero varía el consumo de lacteos y huevos), así como también la dieta vegana y sus subtipos.

En lo que hay consenso según la SAP, es que las dietas vegetarianas, para ser equilibradas, exigen un mayor conocimiento a la hora de reemplazar los alimentos no consumidos para evitar déficits nutricionales, sobre todo en la infancia. En este sentido, los nutrientes que generan mayor preocupación son las proteínas de origen animal, la vitamina B12, los ácidos grasos omega-3, el calcio, la vitamina D, el hierro y el zinc.

En resumen, una dieta vegetariana puede ser una opción saludable para los niños, pero la clave está en asegurarse de que esté bien planificada.

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