Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Si bien como sociedad estamos mejorando a la hora de hablar de ello, todavía queda mucho camino por recorrer. Este año la Federación Mundial de Salud Mental ha elegido la prevención del suicidio como tema del día.
Aunque existe un vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales (en particular la depresión y el consumo de alcohol), muchos se producen impulsivamente en momentos de crisis que reducen la capacidad para afrontar las tensiones de la vida, tales como los problemas financieros, las rupturas o los dolores y enfermedades crónicos.
Según la OMS cerca de 800.000 personas se suicidan cada año, lo que lo convierte en unproblema de salud pública, con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance. Y aunque existen numerosos factores complejos que contribuyen al suicidio, también hay mucho que se puede hacer paraprevenirlos.
Señales de Advertencia
Existen algunos indicios que pueden hacernos sospechar que alguien cercano está padeciendo pensamientos suicidas. Algunas personas expresan directamente sus intenciones y no debemos desacreditarlas sino alentar a que busquen ayuda profesional.
Pero también hay señales no verbales, como asumir conductas de riesgos, alejarse de amigos y grupos de pertenencia, hacer búsquedas en internet sobre modos de quitarse la vida y regalar pertenencias.
¿Conocés a alguien que podría estar pensando en suicidarse?
Contrario a lo que se cree, preguntar sobre el suicidio no lo alienta. Por lo general reduce la ansiedad y ayuda a las personas a sentirse comprendidas. Está bien hablar sobre el suicidio. Entonces, si estamos ante una persona que manifiesta deseos de terminar con su vida, hablar con ella con un interés genuino puede marcar la diferencia.
Otras cosas que podés hacer es animarla a pedir ayuda a un profesional —como un médico o un profesional de salud mental—, acompañarla a las citas médicas, pedir ayuda a un familiar o a un servicio de emergencia si creés que está en peligro y mantenerse en contacto para comprobar que está bien.
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Estigma
Ya sea por falta de educación o de conciencia, el estigma tiene un efecto perjudicial: disuade de buscar ayuda a quienes piensan en quitarse la vida o han tratado de hacerlo. Si no culpamos a alguien por tener diabetes o un brazo roto, tampoco debemos hacerlo cuando se trata de una enfermedad mental porque ésta no es diferente de la física. La salud es una sola, y su abordaje debe realizarse en los centros de salud y en los hospitales generales. Cambiar nuestra actitud es fundamental para que las personas que las sufren puedan integrarse en la sociedad.
Línea de prevención del suicidio
Si estás atravesando una crisis emocional de cualquier tipo y sentís que nada tiene sentido o que no encontrás una salida, podés llamar al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) o bien al (011) 5275 1135 (desde todo el país). Para saber más entrá acá.
Por último, tené en cuenta que le puede pasar a cualquiera y no estás solo/a, siempre hay personas que pueden ayudarte.