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¿Puede el uso excesivo del celular malformar nuestro cráneo?

Algunos humanos están desarrollando raras espinas de hueso en sus cráneos justo arriba del cuello, y especialistas sugieren que el culpable del "pico" puede ser el uso excesivo de los Smartphones.

¿Puede el uso excesivo del celular malformar nuestro cráneo?

Sí, aparentemente todas las horas que pasamos scrolleando nuestras aplicaciones preferidas en el teléfono podrían estar modificando directamente la forma de nuestros cráneos. Esta podría ser la razón de por qué algunas personas están desarrollando un hueso raro con forma de espina punteaguda justo arriba de sus cuellos.

El bulto óseo del cráneo, conocido como "protuberancia occipital externa", es a veces tan grande que se puede sentir al presionar los dedos en la base del cráneo, y es estudiada hace ya varios años por el cientifico David Shahar, de la Universidad de Sunshine Coast, en Australia.

Si bien todavía no se identificó una relación de causa y efecto directa con los Smartphones, la formación de este hueso se debe al doblar constantemente el cuello en ángulos incómodos, como agachar la cabeza por horas y horas. Al pensar en esta posición, la acción que instantáneamente se nos viene a la mente es la del uso de los teléfonos celulares en exceso.

La cabeza humana es pesada; pesa alrededor de 6 a 7 kilos (¡pensá que sólo el cerebro pesa casi 2 kilos!) y al inclinarla hacia adelante para, por ejemplo, ver memes, noticias, fotos de gatos, o como sea que pases el tiempo con tu celular, podes forzar el cuello de más. Es por esto que muchas veces la gente también desarrolla tortícolis y lo que se conoce como "Síndrome de cuello de texto".

Aunque cualquiera es propenso a sufrir "cuello de texto", este padecimiento se está convirtiendo en una epidemia entre la población de los países más desarrollados, afectando principalmente a niños y jóvenes.

Este síndrome puede aumentar la presión en la coyuntura donde los músculos del cuello se adhieren al cráneo, y es probable que el cuerpo responda colocando un nuevo hueso. 

El Dr. Shahar, también agregó que lo que conduce a esta protuberancia espinosa es la misma respuesta de nuestro cuerpo, ya que lo que hace esta espiga punteaguda es distribuir el peso de la cabeza sobre un área más grande para no forzar tanto el cuello, dijo a la BBC.

Para determinar cuantas personas desarrollaron esta pertuberancia, en 2016 Shahar y su colega Mark G. L. Sayers realizaron un estudio en el Journal of Anatomy. Observaron las radiografías de 218 pacientes, de 18 a 30 años, para determinar cuántos lo habían desarrollado. 

El estudio demostró que en total, el 41% del grupo seleccionado tenía un pico agrandado y el 10% tenía uno especialmente grande que medía al menos 20 mm. El "hueso punteagudo" más grande pertenecía a un hombre, ¡sobresaliendo 35.7 mm! 

Una imagen de rayos x de un hombre de 28 años muestra el callo donde se conectan la nuca y la cabeza. Los investigadores australianos dijeron que la protuberancia osea era más significante entre hombres que mujeres.

Shahar y su co-investigador siguieron realizando estudios. Otro, pero esta vez con 1.200 personas de 18 a 86 años (un rango de edad más alto). Encontraron picos agrandados en el 33% del grupo, pero los participantes de entre 18 y 30 años de edad eran significativamente más propensos a haber desarrollado este hueso que las generaciones anteriores. El estudio también demostró que la protuberancia osea era más prevalente entre hombres que entre mujeres. 

Hoy en día, el uso excesivo del celular es algo normal. Con todo lo que tenemos al alcance de un click, lo más probable es que este hueso raro ha venido para quedarse en esta y las generaciones que siguen. Afortunadamente, estas "espinas" rara vez causan problemas médicos serios, aunque si experimentas mucha  incomodidad, siempre es bueno intentar mejorar la postura. Si las molestias siguen, puede que se trate del ya mencionado Sindrome de Cuello de texto, y lo que recomendamos es ir a ver a tu médico de confianza.

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