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Ciencia

Soñar con ser perseguido, perder los dientes o caerse: ¿qué dice la ciencia?

En esta nota, los diversos motivos detrás de la misma narrativa onírica noche tras noche.

Soñar con ser perseguido, perder los dientes o caerse: ¿qué dice la ciencia?

Tener el mismo sueño una y otra vez en el mismo escenario en el que se nos caen los dientes, nos encontramos desnudos en un lugar público u olvidamos ir a clase durante todo un semestre es algo bastante típico: casi dos tercios de las personas informa tener sueños recurrentes. Pero, ¿de dónde viene este fenómeno? Un artículo reciente de The Conversation da a conocer algunas respuestas de los expertos.

Los sueños recurrentes tienen lugar, con frecuencia, durante momentos de estrés, muchas veces durante largos períodos de tiempo que van desde años hasta incluso toda la vida. No solo tienen los mismos temas, sino que también pueden repetir la misma narrativa noche tras noche.

Aunque sus particularidades dependen de cada persona, existen temas comunes entre individuos e incluso entre culturas y en diferentes períodos. Por ejemplo, ser perseguido, caerse, no estar preparado para un examen, llegar tarde o intentar hacer algo repetidamente se encuentran entre los escenarios más frecuentes.

Por otra parte, suelen involucrar emociones negativas como el miedo, la tristeza, la ira o la culpa, siendo muy frecuente la sensación de estar en peligro (ocurre en más del 50% de los sueños recurrentes); pero algunos también pueden ser positivos, incluso eufóricos, como los sueños donde descubrimos nuevas habitaciones en nuestra casa, los sueños eróticos o aquellos donde volamos.

Este tipo de sueños en algunos casos comienzan en la niñez y pueden persistir hasta la edad adulta, desaparecer durante unos años, reaparecer ante la presencia de una nueva fuente de estrés y luego volver a desaparecer cuando la situación haya terminado.

¿Cuál es el motivo detrás de esta insistencia de nuestro cerebro? Algunos estudios sugieren que los sueños, en general, nos ayudan a regular nuestras emociones y adaptarnos a eventos estresantes. Ahora, cuando se trata de contenido repetitivo, muchas teorías coinciden en que tiene que ver con dificultades o conflictos no resueltos en la vida del soñador. Otros análisis, en cambio, lo asocian con niveles más bajos de bienestar psicológico o síntomas de ansiedad y depresión

William Domhoff, investigador y psicólogo estadounidense, describe una especie de espectro para hablar de este tipo de sueños:

  1. El extremo se encuentran las pesadillas que reproducen directamente un trauma vivido (uno de los principales síntomas del trastorno de estrés postraumático);
  2. le siguen los sueños en que el mismo contenido se reproduce en parte o en su totalidad, pero donde rara vez se reproducen un evento o conflicto directamente sino que lo hace de una manera más "metafórica";
  3. más adelante en el continuo están los temas recurrentes, donde hay una tendencia a reproducir una situación similar pero el contenido exacto del sueño difiere de un momento a otro (como llegar tarde a un tren en lugar de a un examen);
  4. y en el otro extremo se encuentra la repetición de únicamente ciertos elementos oníricos, como personajes, acciones u objetos.

Según Domhoff, todos estos sueños reflejarían, a distintos niveles, un intento de resolver determinadas inquietudes emocionales. Además, pasar de un nivel intenso a uno más bajo en este espectro es, con frecuencia, una señal de que el estado psicológico de la persona está mejorando.

Por otro lado, están quienes lo asocian con una ventaja evolutiva: simular una situación amenazante —por ejemplo, ser perseguido— proporciona un espacio para "practicar" la percepción de la amenza, así como la manera de evitarla, mientras dormimos.

Otra explicación viene de la mano de los eventos externos que ocurren a la par de nuestro descanso: cuando dormimos, nuestro cerebro no está completamente aislado del mundo exterior sino que continúa percibiendo estímulos externos (como sonidos, olores o sensaciones corporales internas).

En este sentido, soñar con no encontrar un baño, por ejemplo, podría estar relacionado con la necesidad de orinar durante la noche. De hecho, un estudio encontró que soñar con perder los dientes, a veces, no está relacionado con síntomas de ansiedad sino más bien con apretar los dientes mientras dormimos.

Finalmente, algunos proponen que los sueños de caer o volar son provocados por nuestro sistema vestibular, que contribuye al equilibrio y puede reactivarse espontáneamente durante el sueño REM. No explica la repetición o la frecuencia con la que aparecen, pero probablemente juegan un papel importante en la construcción de nuestros sueños más típicos.

Lo bueno es que, como casi todo en la vida, este problema tiene solución. Según los expertos, una manera de intentar resolver la recurrencia y romper el círculo vicioso consiste en visualizar la pesadilla estando despiertos y luego reescribirla modificando la narrativa; cambiando un aspecto (por ejemplo, el final del sueño) por algo más positivo. Los sueños lúcidos, es decir, la consciecia de estar soñando (algo que se puede dar espontáneamente o lograr mediante prácticas y ejercicios), también son una alternativa.

De todas maneras, los sueños recurrentes son malos en sí mismos; pueden informanos sobre conflictos personales y prestar atención a los elementos repetitivos podría ser una forma de comprender y resolver mejor nuestros mayores deseos y tormentos.

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