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Análisis | Maldita, la nueva serie fantástica de Netflix basada en la leyenda artúrica

Netflix le sigue apostando a la fantasía con una aventura serial que intenta reescribir la leyenda del Rey Arturo desde un costado femenino. 

Análisis | Maldita, la nueva serie fantástica de Netflix basada en la leyenda artúrica

La leyenda del Rey Arturo, Excálibur, Merlín, los caballeros de la mesa redonda y la mar en coche, han tenido todo tipo de adaptaciones a las diferentes pantallas, incluso en exitosas versiones animadas. Netflix quiere rescatar estos elementos, pero de la mano de la novela homónima de Frank Miller y Tom Wheeler, “Maldita” (Cursed) pretende mostrar una cara diferente de esta moneda, centrándose en el personaje de Nimue -también conocida como la Dama del Lago-, guardiana de la pureza, la verdad, de la enseñanza auténtica y, por supuesto, de la legendaria espada.

Tras el suceso de “The Witcher”, “Maldita” resulta la mejor opción para continuar esta sucesión de relatos épico-fantásticos con un tono más ‘adulto’ y violento. La producción -llevada a buen puerto por los mismos autores- arranca en algún lugar del bosque, en la aldea de los Celestes, donde la joven Nimue (Katherine Langford) intenta abrazar su designio de ‘diferente’, debido a ciertos poderes que no logra controlar… todavía. Para su madre (la sacerdotisa) son un regalo de los dioses -los Ocultos-, para la chica, una maldición que la cataloga como bruja y hechicera a los ojos de sus congéneres e, incluso, su propio padre.    

Nimue está destinada a convertirse en el Nuevo Invocador, pero ante la imposibilidad de aceptar dicha tarea, decide escapar hacia nuevos rumbos, sin comprender el alcance de los peligros que el mundo exterior representa para los de su clase. Su “clase”, conocidos como los Inefables, son las criaturas mágicas que abundan a lo largo y ancho del reino de Uter Pendragón (Sebastian Armesto), monarca corrupto que no duda en convertir a estos clanes en su chivo expiatorio cuando la crisis se avecina. El Padre Carden (Peter Mullan), líder de los Paladines Rojos, se autoimpone la misión de acabar con cada uno de ellos, al mejor estilo Torquemada en la Inquisición española. Su malicia y extremismo solo pueden compararse a los del Monje que Llora (Daniel Sharman), su mano derecha en esta cruzada por el “bien común”, un asesino implacable que no se detiene ante nada ni nadie.

Ignorante de las razias y las masacres, Nimue huye junto a su mejor amiga Pym (Lily Newmark) con la intención de abordar un barco. En el camino conoce al joven Arturo (Devon Terrell), mercenario con aspiraciones de caballero que no duda en auxiliar (y cautivar) a las damiselas en peligro. Lamentablemente, la chica no logra concretar su travesía y sabiendo el riesgo que corren los suyos, decide volver a la aldea para dar la voz de alarma. Cuando la tragedia golpea, Nimue tiene que tomar una decisión y embarcarse en la aventura más peligrosa: entregarle la Espada del Poder a Merlín (GustafSkarsgård) y salvar a los Inefables.

Tanto lío por una espada

El famoso hechicero ya no es lo que era y, en apariencia, ha perdido su magia. Ahora trabaja a las órdenes de Pendragón, pero todo su ser se pone en alerta cuando la espada cae en manos de Nimue. Esta es la premisa de “Maldita”, una aventura cargada de fantasía, extrañas criaturas, conjuros y una rebelión a la vista. La joven inefable se va a convertir en símbolo de esta revolución, mucho antes de que Arturo acepte el papel de monarca que ya le tiene asignado la historia que conocemos.

Este es el camino de la heroína que debe aceptar su destino e intentar comprender y manejar sus poderes. Una odisea de aprendizaje para ella y sus acompañantes, a través de diez episodios, al menos, de esta primera temporada. Zetna Fuentes (“Jane the Virgin”, “Shameless”) tiene a su cargo la dirección de estas dos primeras entregas que nos meten de lleno en la acción (bastante violenta y sangrienta), que no puede escapar del estilo comiquero de Miller.

Un hechicero lo hizo

La falta de texturas y escenarios naturales -la serie está filmada en estudios británicos- le quitan un poco de romanticismo y misticismo a la historia. Lo mismo ocurre con algunos personajes caricaturescos (Merlín a la cabeza) o demasiado arquetípicos (el encantador Arturo), que poco aportan para que este relato se destaque del resto, más allá de enfocarse en su protagonista femenina. La actriz de “13 Reasons Why” hace lo mejor que puede con lo que tiene, una aventura básica que pretende ser disruptiva y presentarnos una mirada moderna, aunque no logra escaparle a los lugares comunes.

Al igual que “The Witcher”, “Maldita” no parece tener grandes aspiraciones más allá del puro entretenimiento y eso, de por sí, está muy bien. No es un producto para “toda la familia” y le habla a un público muy específico (amante de los géneros), pero intenta capturar al resto con una rica mitología harto conocida o, al menos, sus diferentes elementos. Los efectos especiales (cruciales en este tipo de producciones) y las escenas de pelea y batalla podrían ser mucho más refinadas, aunque queda claro que los realizadores prefieren enfocarse en los héroes y su misión, alma y conductor de estas clásicas epopeyas.          

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