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Análisis | Reckoning, un thriller dramático que se apega a las reglas del género

Un nuevo drama policial llega a la grilla del streaming para saciar nuestras ganas de misterio, aunque sin tantas pretensiones. 

Análisis | Reckoning, un thriller dramático que se apega a las reglas del género

La pandemia no afloja y, por ende, tampoco el aislamiento obligatorio. Por suerte, las plataformas de streaming hacen su mejor esfuerzo para seguir sumando contenido variado y mantener bien ocupados a sus suscriptores, sobre todo, ante la afluencia de nuevas opciones de mercado. Netflix sigue bien arriba en cuanto a preferencias del público local y, entre sus productos originales, también va mechando otras producciones televisivas que pasaron por debajo del radar en sus respectivas cadenas/países y, de esta manera, tienen una segunda chance.

Es el caso de “Reckoning”, miniserie de diez episodios producida en Australia y estrenada originalmente en AXN, en octubre de 2019. A pesar de las locaciones, la historia nos lleva hasta una apacible comunidad a orillas del río Ruso, al Norte de California, donde la desaparición de una adolescente abre las viejas heridas del sheriff local, Mike Serrato (AdenYoung), y el posible regreso de un asesino en serie, después de cinco años de ausencia. Las víctimas del “Asesino del río Ruso” (RRK) todavía se aparecen en las pesadillas de este oficial de policía que, ante todo, quiere proteger a su ciudad y a su familia. Por eso, su instinto no le deja duda, y lo obliga a pensar que el criminal está de regreso.

Para sorpresa de todos, la supuesta víctima, Gretchen McGrath, jovencita problemática de 18 años, aparece sana y salva y retoma sus clases como si nada. El orden vuelve a restablecerse, pero la inquietud y las pesadillas siguen persiguiendo a Serrato, como si supiera lo que se avecina. En medio de todo, este padre de familia debe lidiar con sus horarios de oficina, una esposa terapeuta que “coquetea” con el vecino, dos hijas adolescentes (Amanda y Sam) y un pequeñito (Jake) dentro del espectro autista.

En la vereda de enfrente está Leo Doyle (Sam Trammell), consultor escolar, entrenador de lucha y maestro compinche que combate los problemas de sus alumnos en horas escolares y luego vuelve a casa para hacerlo con su propia familia: un hijo (Paxton) que fue expulsado del colegio anterior por llevar un arma; una segunda esposa, Candace (Laura Gordon), más joven y muy religiosa que quiere tener un bebé; un padre con dificultades, y varios demonios de su pasado que, en más de una ocasión, afectan su buen juicio.

"En esta casa se hace lo que yo digo"

Reckoning” (ajuste de cuentas) se centra en estos dos hombres, no tan distintos, que harían todo lo necesario para proteger a sus seres queridos, incluso si uno de ellos es un asesino serial que mata a sus jóvenes víctimas y remueve sus tatuajes cuidadosamente (su marca personal). David Hubbard, guionista y creador de este thriller policial, se asegura, al menos en estos dos primeros episodios -“La Oscuridad Vuelve Sigilosamente” (California Dreamin') y “El Asesino del Río Ruso Está Muerto” (RRK Is Dead)-, de plantear cada una de las reglas del juego y los hechos del presente, pero juega con extraños recuerdos (¿o son alucinaciones?) y la posibilidad de que cualquiera de estos dos protagonistas sea el verdadero culpable. ¿Culpable de qué? A pesar de las buenas nuevas, el cuerpo sin vida de Gretchen McGrath aparece a orillas del mencionado río y todo parece indicar que el temido criminal está de regreso.   

Hay mucho por indagar en los pasados de Doyle y Serrato, y la narración se encarga de jugar constantemente con la sospecha, sus temperamentos a flor de piel y una confrontación que llegará, tarde o temprano. No hay nada de novedoso en la trama ni en su ambientación, que vuelve a remitirnos a la “pequeña comunidad suburbana golpeada por la tragedia”. Hubbard consigue dinamismo y llamar la suficiente atención del espectador para engancharlos en un relato que, poco a poco, se empieza a tropezar sobre sí mismo y a echar mano de todos los lugares comunes del género.  

El maestro canchero siempre es el primer culpable

“Reckoning” solo se sostiene por sus misterios y sus vueltas de tuerca constantes, que intentan desviarnos del camino por un rato y estirar una trama que, tranquilamente, se puede concentrar en dos horas de película. Los realizadores se enfocan en sus dos protagonistas masculinos y los llenan de facetas, pero muchos de los personajes secundarios (sobre todos los femeninos) caen en arquetipos demasiado molestos y bidimensionales. Todas las chicas jovencitas de la ciudad parecen compartir fisionomía, convirtiéndolas en víctimas potenciales desde el minuto cero. Todas ellas, sin excepción, coquetean con sus maestros, dejando bien en claro que este es un comportamiento común (NO) que las llevará hacia un terrible desenlace.

Estos detalles no menores van minando la verosimilitud de la narración, que igual se sigue sosteniendo debido a ese juego del gato y el ratón que tarda en arrancar y dos protagonistas que acaparan toda la atención. Pronto se van sumando las vicisitudes de sus hijos, esposas y demás, dejando que el drama familiar se conjugue con el thriller policial, aunque no siempre da los mejores resultados. “Reckoning” es para los amantes del género sin muchas pretensiones, o aquellos que buscan un poco de misterio para pasar la cuarentena.      

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