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Cine y series #oscar 2020

Camino al Oscar: los 5 mejores directores que se quedaron sin premio

Las películas no son las únicas ignoradas por los votantes de la Academia. Estos directores tampoco levantaron la estatuilla, pero nunca cayeron en el olvido.  

Camino al Oscar: los 5 mejores directores que se quedaron sin premio

Ya sabemos que un Oscar no es garantía de nada y que los ganadores de cada año, a veces, responden más a un gusto “popular” o tradicional dentro del cuerpo de votantes de la Academia, y no tanto al talento representado en cada film. Si hacemos un repaso de la historia de estos premios, pronto descubrimos (con un poco de horror) que figuras fundadoras como Orson Welles, Charlie Chaplin, Akira Kurosawa, Howard Hawks o Federico Fellini, entre tantos otros, nunca tuvieron el merecido reconocimiento por su trabajo, y apenas pudieron conformarse con un galardón honorífico, un pequeño consuelo tras ignorarlos por décadas y décadas.

No sirve de nada llorar sobre la leche derramada y despotricar en las redes sociales cuando el próximo domingo Quentin Tarantino vuelva a ser agua en la categoría de Mejor Director, posiblemente, opado por Sam Mendes. QT va a ser uno más de esa larguísima lista de cineastas que se quedaron sin premio, como los cinco “relegados” que presentamos a continuación.   

5. RIDLEY SCOTT

Hasta la fecha, el británico ostenta cuatro nominaciones al Oscar: tres como director y una como productor de “Misión Rescate” (The Martian, 2015). Curiosamente, ninguno de estos reconocimientos tienen que ver con sus mejores trabajos, léase “Alien - El Octavo Pasajero” (Alien, 1979), “Blade Runner” (1982) o, por qué no, “Los Duelistas” (The Duellists, 1977). Si bien, “Gladiador” (Gladiator, 2000) se llevó el premio máximo (¡je!), este quedó en manos de sus productores. A ver muchachos, Ridley ya pasó los 80 años y, a pesar de estar más activo que nunca, odiaríamos verlo en el In Memoriam antes que arriba del escenario dando un gran discurso de agradecimiento.

4. PAUL THOMAS ANDERSON

PTA en uno de los primeros y más elogiados representantes de la generación “videoclub”. Criado en el Valle de San Fernando, Paul acumuló interés por el séptimo arte desde una temprana edad, en parte, gracias a su papá Ernie Anderson, actor de voz de la cadena ABC que conocía a un montón de celebridades. A lo largo de su carrera acumuló todo tipo de galardones, pero a pesar de sus ocho nominaciones al Oscar -dos como Mejor Director gracias a “Petróleo Sangriento” (There Will Be Blood, 2007) y “El Hilo Fantasma” (Phantom Thread, 2017)-, el hombrecito dorado le sigue resultando esquivo. Seguro que la rompe con esa postergada película sobre el Holocausto (¿?).

3. ROBERT ALTMAN

Todo un caballero entre los realizadores hollywoodenses y un maestro de las historias corales. Este oriundo de Kansas City, Missouri, acumuló siete nominaciones al Oscar, entre ellas cinco como Mejor Director por maravillas como “M.A.S.H. (MASH, 19790), “Nashville” (1975), “The Player - Las Reglas del Juego” (The Player, 1992), “Ciudad de Ángeles” (Short Cuts, 1993) y “Gosford Park” (2001), y siempre se volvió a su casa con las manos vacías. Como una epifanía, en marzo de 2006 recibió su retrasado premio honorífico apenas unos meses antes de despedirse de este mundo, cansado, tal vez, de que sigan ignorando tanto talento.  

2. STANLEY KUBRICK

Sus pasiones, desde chiquito, fueron la fotografía (que practicaba con una cámara réflex que le regalaron sus padres), la música y el ajedrez, pasatiempos que serían fundamentales para su futura carrera como realizador. A pesar de no tener entrenamiento formal, se convirtió en uno de los cineastas más celebrados (ok, amado y odiado) de todos los tiempos, uno que nunca tuvo el debido reconocimiento por parte de la Academia. Kubrick recibió un total de 13 nominaciones en diferentes categorías, cuatro de ellas como Mejor Director. Ni tuvieron la consideración de darle un premio honorífico, pero se llevó una estatuilla en el año 1969 por los efectos especiales de “2001: Odisea del Espacio” (2001: A Space Odyssey, 1968). Sí, hasta eso hacía bien.

1. ALFRED HITCHCOCK     

Creer o reventar. El maestro del suspenso, uno de los mejores directores de todos los tiempos, jamás consiguió alzar la estatuilla dorada. Hitchcock estuvo nominado en cinco ocasiones -Rebecca” (1940), “8 a la Deriva” (Lifeboat, 1944), “Cuéntame tu Vida” (Spellbound, 1945), “La Ventana Indiscreta” (Rear Window, 1954) y “Psicosis” (Psycho (1960)- y ni siquiera llegó a ganar un Oscar honorífico por su trayectoria. Sus grandes films tampoco fueron bien recibidos por la Academia, a excepción de “Rebecca” que sí ganó como Mejor Película, aunque el premio quedó en la repisa del productor David O. Selznick. Alfred no logró impactar a los votantes, pero consiguió dejar su marca en  la historia del séptimo arte, en el público y en todos los realizadores que se sintieron inspirados por su trabajo.

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