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Cine y series #viggo mortensen

Del Chaco a Hollywood: Viggo Mortensen cumple 61 años

A esta altura, es tan argentino como el dulce de leche. Aprovechamos su onomástico para repasar la extraordinaria carrera de Viggo Mortensen.

Del Chaco a Hollywood: Viggo Mortensen cumple 61 años

Durante años lo vimos de fondo, interpretando papeles muy secundarios en películas relativamente taquilleras como “Testigo en Peligro” (Witness, 1985), “Llamarada de Gloria” (Young Guns II, 1990), “Carlito's Way” (1993), “Marea Roja” (Crimson Tide, 1995), "Daylight: Infierno en el Túnel" (Daylight, 1996) y un par de remakes hitckoquianas como “Un Crimen Perfecto” (A Perfect Murder, 1998) y la fallida “Psicosis” (Psycho, 1998), hasta percatarnos que Viggo Peter Mortensen Jr. era argentino. Bah, en realidad nació en la Gran Manzana, pero su infancia en las provincias de Córdoba, Chaco y Buenos Aires, lo convierten inmediatamente en uno de los nuestros.   

Viggo pasó gran parte de su joven vida entre Venezuela, nuestras pampas (donde adquirió un dominio fluido del español, el amor por el mate y por San Lorenzo), Dinamarca (país natal de su papá) y otra vez Nueva York, donde mamá Grace se asentó junto con sus hijos tras el divorcio. Tras graduarse en política y español en la Universidad de Saint Lawrence, Mortensen viajó por España, Inglaterra y finalmente Dinamarca, donde aceptó diferentes empleos que poco y nada tenían que ver con la actuación o cualquiera de las ramas artísticas que tanto adora.

Sí, ese amish era Viggo

A principios de la década del ochenta decidió volver a los Estados Unidos y probar suerte con esto de la interpretación y terminó debutando con un pequeño papel en “La Rosa Púrpura del Cairo” (The Purple Rose of Cairo, 1985), aunque su escena nunca llegó al corte final de la película de Woody Allen. Así, su primera aparición en la pantalla vino de la mano de Peter Weir, quien lo casteó convencido de que Viggo tenía la cara ideal para personificar a un granjero amish caído en desgracia. Desde ahí todo fue cuesta para arriba en la carrera de este aspirante a actor con pocas pretensiones, hasta que el destino acomodó las cartas para que nuestro cuervo pudiera jugar la mano ganadora. ¿Por qué? 

Antes de que Mortensen se convirtiera en Aragorn, hijo de Arathorn, para la Trilogía del Señor de los Anillos (The Lord of theRingsTrilogy), StuartTownsend (“TheLeague of ExtraordinaryGentlemen”) ya había sido contratado para dicha tarea. Pero un día antes de comenzar el rodaje, Peter Jackson se dio cuenta de que necesitaban a un intérprete más madurito (¡ups!) y decidió reemplazar al irlandés por nuestro Guido. Claro que Townsend no se fue sin chistar, pero esa es una anécdota para otra ocasión. Acá lo que importa es el hito en la carrera del actor que, de la noche a la mañana, se ponía en los zapatos de uno de los personajes más celebrados de la literatura universal, tal vez, sin anticipar el enorme éxito que le esperaba a la vuelta de la esquina.

Tranca el Trancos

Un suceso que disfrutó y agradeció hasta ahí nomás, ya que Viggo, como tantos otros, es de esos intérpretes que reniega un poquito de la atención que le puede suponer este tipo de superproducciones. Igual, en su momento, acepto encantado la propuesta -en gran parte porque su hijo era un gran admirador de la novela de J. R. R. Tolkien- y se calzó el personaje al hombro realizando, incluso, sus propias escenas de riesgo… muchas de las cuales lo pusieron en peligro, y a Jackson, bastante nervioso. Mortensen terminó la trilogía convertido en un experto espadachín y, además, adquirió los dos caballos -Uraeus y Kenny- que pudo montar durante la producción, los cuales entabló una gran relación.  

Para contrarrestar tanta fama, éxito y aluvión de fans, los trabajos que siguieron fueron mucho más ‘independientes’, aunque su nombre y su cara ya estaban bien establecidos entre el público y los realizadores que lo querían tener entre sus filas. En 2004 llegó “Océano de Fuego” (Hidalgo), seguida de su primera colaboración junto a David Cronenberg, “Una Historia Violenta” (A History of Violence, 2005), basada en la novela gráfica de John Wagner y Vince Locke. También se dio el gusto de actuar en una producción española de la mano de “Alatriste” (2006), y volvió a hacer yunta con el director canadiense en “Promesas del Este” (Eastern Promises, 2007), la cual le valió su primera nominación al Oscar y un desnudo para los anales, digamos todo.

No daba poner la escena del sauna

Viggo ya no volvió a ser ese actor en el fondo, aunque siempre mantiene el perfil bien bajo. Desde entonces intercala sus trabajos cinematográficos con sus otras pasiones artísticas, ya que Mortensen se dedica a la escritura, la música, la fotografía, la poesía y las artes plásticas, por si no lo sabían. “La Carretera” (The Road, 2009), “Un Método Peligroso” (A Dangerous Method, 2011), “Capitán Fantástico” (Captain Fantastic, 2016) y hasta la oscarizada “Green Book: Una Amistad Sin Fronteras” (Green Book, 2018), todas dejan entrever al profesional nominado a tres estatuillas doradas, pero también al buen tipo que se crió en el Chaco, ese que nunca se saca la camiseta.

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