La voz que hace doce años le decía en un tono gentil ¿preparo café?, esa noche lo desconcentraba, con un tono perturbado, del té con el que pretendía fingir a su jefe, que a medida que lo observaba alejarse dejando a oscuras la redacción, tomaba del cajón de su escritorio la taza escondida con whisky. Fue la vista perdida en el brillo de la pantalla, sus ojos abatidos, los que se desviaron intentando reconocer el paso del tiempo del otro lado de la línea telefónica.

—¿Esteban Rey? Soy Luciana Blanco. Necesito que me ayudes— parecía un fantasma que lo arrancaba de su hoy, o de alguna especie de muerte en vida, o de vida en muerte; un fantasma que le advertía: — Por teléfono no.

Juan Minujín es quien se mete en la piel del periodista en "La Ira de Dios", el thriller recién llegado a Netflix, dirigido por Sebastián Schindel ("Crímenes de familia", "El Patrón: radiografía de un crimen"), que a partir de este encuentro relata una serie de muertes que rodean a Luciana, y de las que acusa a un prestigioso escritor contemporáneo, Kloster.

Siguiendo el relato, es cuando el personaje de Esteban Rey abre la puerta del departamento, que la escena nos traslada a su pasado para así mostrarnos la historia entre ellos, que adapta con planos alternados, oscilantes entre un ayer -cargado de juventud y otras expectativas- y un presente -lúgubre-, la potente novela La muerte lenta de Luciana B. (2007), de Guillermo Martínez, que también va y viene en el tiempo.

"Me gustó mucho el guión, que se fue trabajando mucho a lo largo del proceso y pudimos con Sebastián darle diferentes vueltas de tuerca. Después leí la novela que también me gustó mucho", cuenta Minujín en diálogo con Filo.News.

Es un año de estrenos para el actor, productor y director, quien viene de presentar las últimas dos temporadas "El Marginal 4 y 5", también en la plataforma streaming de la N Roja, donde comparte por primera vez pantalla con Macarena Achaga (acá Luciana; y Michelle Salas en la segunda temporada de "Luis Miguel: la serie") y Diego Peretti (acá Kloster ), a quien ya conocía pero no en un mismo proyecto.

"Tenía muchas ganas de trabajar con Diego, un actor que admiro mucho. Lo vi muchísimas veces como espectador pero nunca había trabajado con él. Diría que ese fue el punto de partida. Por lo general, a la hora de embarcarme en un proyecto en lo que más reparo es en el guión, más allá de los nombres que hay alrededor. Acá estaba buenísimo y los nombres que formaban parte, también", asegura.

Si un periodista es una persona que descree de todo, ¿qué es un escritor? Dios de sus páginas, diría Kloster en una de las conversaciones que Martínez (de quien Schindel vuelve a realizar su adaptación como en "El Hijo") narró para sus personajes, que llevan a escena Minujín y Peretti. Dos que parecen ser la cara y la seca de una misma moneda, esa con la que el escritor lo provoca —A usted le gusta el tema del azar, pero nunca se tomó la molestia de tirar una moneda al aire.

En este sentido, el azar, el misterio, el castigo, el dolor, lo místico, se ven en una encrucijada en la que cada uno de los personajes tiene asuntos pendientes con otro. Un thriller con escenas rodadas en la librería El Ateneo Grand Splendid, con guión de Schindel y Pablo Del Teso; y un elenco protagónico que completan Mónica Antonópulos, Guillermo Arengo, Romina Pinto, Ornella D'Elía, Germán de Silva y más.

• Uno de los temas más fuertes de "La Ira de Dios" es contar de forma interesante el proceso demoledor que vive una víctima, ¿cómo te interpeló esto desde la película?

Me parece interesante lo que decís desde el punto de vista de la víctima: cómo se le va arruinando de a poco la vida, la injusticia a la que se enfrenta y esta cosa de "ahí va la loca", a la que nadie le cree, y a la vez cómo no puede salir de ese círculo. Me parece muy angustiante y desesperante.

Me interpeló un poco por ese lado y por este periodista que en realidad está muy resentido, que siente que su destino hubiera sido mucho más feliz siendo un escritor reconocido, y en realidad le toca hacer eso que no le gusta pero a la vez es donde está pero todo el tiempo mirando al personaje de Peretti. A veces nos pasa, no importa en el lugar en el que estés, pensamos siempre que el otro está mejor.

• Hasta dónde puede llegar un periodista, y hasta dónde un escritor, ¿no? ¿te fuiste haciendo preguntas a lo largo del rodaje?

Una de las cuestiones que me parecía interesante y que conversé con Sebastián, también por el género de la película, era que el motor de Esteban Rey es hundirlo a Kloster. Más que buscar la verdad, es un personaje que arranca buscando cómo destruirlo porque lo ama y lo odia al mismo tiempo. La historia de amor de este personaje más que con Luciana es con Kloster. Pero después, en el medio de eso, va queriendo hacer Justicia.

• Tocaste un tema central que es la competitividad entre varones, tan puesto en debate en estos tiempos que discutimos el patriarcado...

Sí, cuando leí el guión pensé eso: la historia de amor y de odio es más con Kloster que con Luciana. En el medio va descubriendo que la quiere ayudar y se compromete por esta cosa que decíamos de la víctima a la cual nadie le cree, a la mujer puesta en el lugar de la loca.

• Te escuché decir una vez que tenés "una parte muy espiritual". Además has interpretado al Papa Francisco, y hasta Pastor tiene un costado en el que debate sobre el cielo y el infierno en las últimas temporadas. Te pregunto ¿cómo es esa parte espiritual tuya? ¿qué reflexiones te aportó esta película?

No soy religioso porque no tengo una formación en ninguna religión pero creo que hay cosas que están más allá de lo que conocemos como humanidad. En lo que yo me baso es en lo afectivo, en lo emocional de los personajes que muchas veces trasciende de la comprensión más científica que tenemos de algunas cosas.

Por el lado de mi papá mi familia es judía, por el lado de mi mamá, drusa, una religión de Medio Oriente. Pero obviamente estoy atravesado por la cultura católica por Argentina,  tanto cuando hice de Jorge Bergoglio (en "Los dos Papas"), como Pastor también tiene una formación católica. Creo que estas grandes religiones monoteístas tienen algo que tiene que ver con la culpa y con el castigo muy grande. En esta película creo que hay un debate interesante sobre la justicia y la venganza.

Mi sensación es que la justicia siempre trae reparación para las víctimas, no la venganza. Lo hemos visto en Argentina, en nuestra propia historia con un montón de gente que ha buscado siempre justicia. En esta película no, pero es un thriller que además habla de la Ley del Talión.

• Leíste La muerte lenta de Luciana B. y sos lector: ¿qué géneros te gustan? ¿estás leyendo alguna novela actualmente?

Leo varias al mismo tiempo. Acabo de leer una de Manuela Martínez que se llama El último hombre perfecto que está buenísima. Estoy leyendo Cómo me enamoré de Nicolas Cage, de Carla Quevedo. También la novela Claus y Luca, de la escritora húngara Agota Kristof, sobre dos hermanos en la segunda guerra mundial que es excelente. Me refresca el alma leer, porque me la paso leyendo guiones. Y además me tranquiliza.

• Te escuchaba y son lecturas re diversas como también tus personajes, ¿Cómo separás ese leer una novela o guiones? ¿Te pasa que inevitablemente pensás cómo llevarlos a escena?

El guión es trabajo, la novela es viajar. No es como que digo "esta se puede filmar". Me gusta leer, me gusta entrar en el universo de los autores y autoras; además me desconecta del teléfono que estoy también un poco intoxicado con eso.

• ¿Qué metas y desafíos, sueños tenés hacia delante?

Todos. Siento que exploré un centímetro de mil metros de lo actoral, lo expresivo y el contar historias. Porque cada vez me interesa más contar historias desde la actuación, desde la escritura, o la dirección. Todo es un recorrido, así que voy recorriendo.

• ¿Por qué tenemos que ver "La Ira de Dios"?

Me parece que es un policial estéticamente es muy interesante, que va muy rápido, es muy entretenido y te abre algunas preguntas éticas o dilemas morales muy interesantes.

• ¿Qué nos podés adelantar de lo que se viene?

A fines de año o principios del año que viene, se viene una comedia romántica de Sebastián de Caro con Luisana Lopilato, que se llama "Matrimillas", que se mete un poco en la máquina del matrimonio, de las negociaciones permanentes en la pareja. Exploramos ese mundo y estamos contentos.

Juan Minujín protagoniza "La Ira de Dios", junto a Diego Peretti y Macarena Achaga. Un thriller "hecho en Argentina", que lleva a la pantalla la novela de Guillermo Martínez, con una historia que te cautiva aún habiéndola terminado. Ya disponible para ver en Netflix.