Después del episodio de anoche, los showrunners (y guionistas) David Benioff y D.B. Weiss explicaron cómo fue el proceso de creación del que puede considerarse como uno de los momentos más controversiales de la serie hasta el momento: la destrucción de King’s Landing y masacre de todos sus habitantes por parte de Daenerys Targaryen y su ejército.

Titulado “Las Campanas” en alusión al sonido que representa la rendición del ejército de King’s Landing y la voluntad de su pueblo, el episodio despertó polémica entre los fans. Acorde al plan de Tyrion, el repicar de las campanas de la Fortaleza Roja anuncia el final del enfrentamiento, la metafórica bandera blanca de la Capital ante el asedio de la Reina de Dragones. Pero cuando todo parecía haber llegado a su final sin consecuencias para sus habitantes, Daenerys decide que esa victoria no es suficiente y debe quemar la ciudad hasta sus cimientos.

En los últimos episodios, todas las señales apuntaban hacia la soledad de Daenerys como el disparador de una locura hereditaria de los Targaryen. La muerte de sus más leales aliados Jorah y Missandei, su ejército diezmado por la batalla de Winterfell, la flecha atravesando a Rhaegal. Todo sumado a la supuesta traición de Jon Snow, que decide contarle a su familia la verdad sobre su origen. A pesar de que Jon se niega a reclamar la corona para sí mismo y es leal a Daenerys, eso no es suficiente.

En lo que a ella respecta, Jon la traicionó al contarle a la gente sobre su verdadera identidad.

Sin embargo, Benioff y Weiss aseguran que Daenerys no va a la batalla con el objetivo de destruir todo. Es en el momento que ve la Fortaleza Roja, el hogar construido por su familia hace 300 años cuando llegaron por primera vez a King’s Landing, que toma la decisión de volverlo su venganza personal. Sobre el lomo de Drogon, quema todo lo que alguna vez les fue arrebatado a los Targaryen y de alguna manera simboliza su derrota.

Según ellos, el desenlace podría haber sido otro si Cersei no hubiera matado a Missandei o si Jon no hubiera revelado la verdad. Pero ya desde la segunda temporada se venía anunciando el destino de King’s Landing, en la visión que Daenerys tiene en Qarth, en la Casa de los Eternos. Lo que parecía ser el salón del trono cubierto de nieve con ella caminando en completa desolación, eran en realidad cenizas.

Las visiones de Bran Stark -o mejor dicho el Cuervo de Tres Ojos- reforzaron la profética escena, con la sombra de Drogon sobrevolando los techos de la capital. Y las dudosas últimas palabras de Missandei antes de su muerte resonaban al “burn them all” (quémenlos a todos) del rey loco Aerys II, el padre de Daenerys. Los showrunners incluso sugieren que la impasible reacción de Daenerys ante la muerte de sus enemigos (incluido su hermano) debería haber sido advertencia suficiente.

Sin embargo, y a pesar de todas las señales, este desenlace indignó a muchísimos fans que lo sienten precipitado, excesivamente sádico y poco convincente para una serie que pasó temporadas enteras tejiendo un fino entramado de intrigas políticas y juegos de poder y ahora termina de definirse con gruesas y desprolijas puntadas.