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Básquetbol femenino argentino: del crecimiento y la igualdad de género al sueño olímpico

Karina Rodríguez, la directora de Desarrollo del Básquetbol Femenino en la CAB, que preside Fabián Borro, habló sobre el presente de este deporte en Argentina y del trabajo que se realiza para que más chicas se sumen a jugar.

Básquetbol femenino argentino: del crecimiento y la igualdad de género al sueño olímpico
La Selección Argentina U18, subcampeona del Sudamericano que se disputó en Obras (Foto: prensa CAB)

La Liga Femenina de básquetbol vio coronarse tricampeón a Deportivo Berazategui, que venció en la final del sábado pasado a Corrientes Básquet por 57-41. Fueron diez equipos de distintos puntos del país los que animaron un torneo que, aunque todavía está lejos del ideal, sigue en ascenso y empieza a mostrar los frutos de un proyecto formativo que busca desarrollar el deporte de la pelota naranja entre las mujeres.

Actualmente, además de la Liga Femenina, hay 100 jugadoras compitiendo en las mejores ligas de España, Italia y Estados Unidos, entre otros países. Y para seguir detectando talentos y haciendo crecer las bases pensando en el futuro, la Confederación Argentina de Básquetbol (CAB) lleva adelante las Escuelas Deportivas y el Programa Nacional Formativo a través del que se intenta captar jugadoras entre los 13 y 17 años que superen al menos los 1,80 metros de altura.

Deportivo Berazategui venció a Corrientes Básquet en la final de la Liga Femenina y se consagró tricampeón. Foto: prensa Liga Femenina

"El desafío interno es muy grande. El básquetbol es el séptimo deporte que las chicas eligen. ¿Por qué? Porque en los clubes no había ofertas de canchas para ellas. Y eso lo estamos cambiando", asegura Karina Rodríguez, la reconocida ex basquetbolista argentina que hoy es directora de Desarrollo del Básquetbol Femenino en la CAB.

"En el ranking mundial FIBA, Argentina es el país que más diferencia tiene entre hombres y mujeres: es 7° en masculino y 31° en femenino -precisa-. Durante muchísimos años, el femenino apenas se disputaba porque era obligatorio para jugar el masculino. Se usaban los uniformes que sobraban, no tenías estructura de entrenamiento ni un cuerpo técnico con médicos, kinesiólogo... Era muy amateur. Y aún así se conseguían resutlados", explica la ex jugadora que triunfó en España y Brasil, en una charla con Filo.News. Pero esa realidad, según afirma, está cambiando: "Se decía que en Argentina no había jugadoras altas y hoy estamos descubriendo con nuestros planes formativos que hay jugadoras de 1,95 metros de altura con 14 años, que antes desistían de jugar al básquetbol porque no tenían oportunidad. Hoy la igualdad de género es una realidad".

Karina Rodríguez, la directora de Desarrollo del Básquetbol Femenino en la CAB, junto al cuerpo técnico de la Selección femenina U18. Foto: prensa CAB

A días de haber desembarcado en la CAB, en agosto de 2019, Rodríguez se topó con una difícil situación debido a que la Selección Argentina fue descalificada de los Juegos Panamericanos de Lima por un error en la vestimenta. Por la segunda fecha del Grupo B, el elenco nacional debía enfrentar a Colombia con indumentaria de color blanco, pero una equivocación de utilería hizo que el equipo vistiera indumentaria azul. A pesar de los intentos por conseguir la ropa correspondiente, no se pudo evitar el escándalo.

"Lo que podría haber sido un drama, para mi fue un resorte para que pudiéramos cambiar las cosas. Comenzamos a tener utilero, un cuerpo médico del femenino y estructuras igual que el masculino en todos los ítems", valora la directora tras aquel doloroso episodio, al tiempo que se entusiasma con el primer puesto que alcanzó la Argentina en el ranking sudamericano FIBA en formativas y el tercero en el continente americano.

La Selección femenina U18 consiguió la clasificación al Premundial durante el Sudamericano que se disputó a principios de abril en Obras. Foto: prensa CAB

Con la mira en París 2024

En el horizonte del trabajo que hay detrás del basquetbol femenino, asoma un gran objetivo: que la Selección femenina llegue por primera vez a los Juegos Olímpicos. Un desafío que Karina Rodríguez no pudo cumplir como jugadora, pero que intentará lograr desde el lugar que hoy ocupa en el básquetbol nacional, aportando toda su experiencia.

"Era una cuenta pendiente que tenía. Durante muchos años fui fiel espectadora de lo que pasaba en Argentina, de las cosas buenas y malas. Y hoy estoy acá, muy contenta, con un nuevo desafío y un objetivo que es trabajar con el femenino", cuenta quien tras su retiro del básquetbol se dedicó a la gestión pública y deportiva.

La oriunda de Villa Madero encontró en este deporte un escape del bullying que sufría en el colegio. Es que a los 15 años ya media 1,89 metros de altura, una condición que la "hacía diferente" del resto. Sin embargo, cuando en 1986 empezó a jugar en Crovara, sintió la libertad para convivir con su altura y su fuerza, dos cualidades que podía explotar al máximo a la hora de entrar a la cancha.

Karina Rodríguez conquistó tres veces el Mundial de Clubes con Ponte Preta, de Brasil, levantó la Copa de la Reina con Zaragoza, de España. Foto: sitio web CAB

Después de alejarse del seleccionado nacional por problemas con el entrenador, a los 17 años, Karina se fue a jugar a Brasil, donde se convirtió en una referente y conquistó tres veces el Mundial de Clubes con Ponte Preta, entre otros títulos. Además, tuvo un exitoso paso por Zaragoza, de España, donde levantó la Copa de la Reina, y hasta se le presentó la oportunidad de llegar a la WNBA, aunque la rechazó. "No tenía ganas de recomenzar en un equipo y todo lo que incluye Estados Unidos, que te tratan como rookie desde el primer año", recuerda sobre aquellos tiempos en los que ya estaba establecida en San Pablo.

Pese a las propuestas para nacionalizarse como brasileña o española, una condición que le hubiese abierto las puertas para disputar mundiales y Juegos Olímpicos, Rodríguez tenía en claro que la celeste y blanca sería la única camiseta de una Selección Nacional que se pondría. "Decidí que jugaría en clubes del mundo entero, pero a nivel Selección, si no fuera por Argentina no jugaría -asegura-. Eso me prohibió de jugar unos Juegos Olímpicos, pero el destino siempre te da otras oportunidades y ahora espero poder ir desde otro lado con la Selección", se ilusiona.

París 2024 es el sueño de un largo trabajo que el básquetbol femenino nacional comenzó a llevar adelante, aunque Karina Rodríguez hace una pausa y aclara que primero hay una escala tan importante como indispensable: "Que más chicas jueguen al básquetbol y que la igualdad de género sea un legado".

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