Los pedidos de Boca y de Rosario Central fueron escuchados. Primero, la fecha pautada era el 4 de abril, pero el cierre de la Superliga y la participación de ambos equipos en la Copa Libertadores, obligó a cambiar de día y se terminó inclinando la balanza hacia el final de la temporada.

Finalmente se resolvió que la Supercopa Argentina se juegue el 2 de mayo, cuando ambos equipos tienen mayor disponibilidad de días entre semana, y además podrían haber finalizado su participación en la Copa de la Superliga. Este miércoles las autoridades resolvieron en qué estadio se jugará.

Sin muchas opciones para evitar disparidad en cuanto a los viajes e los equipos, el Estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba, y el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza fueron las dos opciones, y una vez más, la ciudad de Cuyo tendrá otra definición en su tierra, luego de haber organizado la final de la Copa Argentina entre el "Canalla" y Gimnasia de La Plata.

Boca tendrá la chance de tener su revancha respecto a 2018, cuando cayó ante River por 2 a 0, mientras que del lado de Rosario Central, este partido tiene un aroma a venganza por lo que ocurrió en la final de Copa Argentina de 2015, cuando cayó justamente ante el "Xeneize", en un partido que quedó marcado por el bochornoso arbitraje de Diego Ceballos.